Para llorar, bautizarse y casarse hay que ir a la iglesia

- ¿En qué parroquia se bautizó?, respondieron desde la secretaría del obispado.

- En un salón de fiestas, cerca de la parroquia Nuestra Señora de Itatí de Ingeniero Budge, respondió la mujer.

Como éste, son muchos los llamados y pedidos con los que deben lidiar las Parroquias y el Obispado de Lomas de Zamora, por ceremonias que no son válidas o son practicadas por sacerdotes que no pertenecen a la Iglesia Católica Apostólica Romana,

En esta extensa diócesis, que comprende los municipios de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, Presidente Perón, San Vicente y Lomas, hay una presencia creciente de “representantes eclesiásticos” que se hacen llamar sacerdotes y obispos y utilizan vestimentas similares, como la Iglesia Católica Apostólica Argentina, que aceptan celebrar este tipo de ceremonias, que desde hace algunos años muchas familias y parejas buscan realizarlas en salones de fiestas, quintas o barios privados.

Al tomar conocimiento de la celebración de un bautismo en un country de Canning, aunque no fue presidido por un sacerdote de su grey, el obispo lomense, monseñor Jorge Lugones, lamentó “los engaños” que sufre la gente y, por ello, emitió una reglamentación en la que explicita que en el ámbito de su diócesis “no se concederá permiso” para realizarlos fuera de los templos parroquiales y en aquellos lugares que se especifican en la guía diocesana.

El mensaje, que brinda indicaciones para las parroquias y para las personas que se acerquen a pedir un sacramento, destaca a la parroquia como “el lugar adecuado para que una asamblea litúrgica exprese la comunión” al celebrarse un Bautismo, y por eso, “por sus características de espacio abierto y público, permiten que la celebración de los sacramentos sea una expresión misma de toda la Iglesia”.

En relación al sacramento del Matrimonio, y en línea con el Acuerdo de los Obispos que forman la Región Pastoral Buenos Aires, establece que “la celebración de los matrimonios se realizará exclusivamente en los templos parroquiales y en aquellos que se especifican en la guía diocesana” y “no se concederá el permiso para la celebración del rito nupcial en el mismo lugar donde se realiza la fiesta de casamiento”.

Asimismo, expresa que “cualquier sacerdote o diácono convocado para la celebración de un sacramento debe estar delegado explícitamente por el párroco del lugar, caso contrario el mismo es ilícito ya que no posee la autorización correspondiente”.