No vamos a andar con rodeos: Assassin’s Creed: Valhalla es el resultado evidente de la evolución que ha tenido la popular saga de videojuegos de Ubisoft en estos últimos años y es el broche de oro a la trilogía iniciada con “Origins” y continuada por “Odyssey”.
Los años donde Altaïr Ibn-La'Ahad y Ezio Auditore se valían del sigilo y sus dagas ocultas para derrotar a las poderosas organizaciones a las que enfrentaban, quedaron atrás para darle paso al RPG.
Y este detalle recibió críticas de los fanáticos de la saga, pero Valhalla buscó rescatar aquellos conceptos de aquellos que hicieron grande a Assassin’s Creed y el resultado final es un título que nos invita a recorrer cada rincón de su extenso mapa, con una historia principal sólida y atractiva, combinada con diversos desafíos y la cantidad exacta de misiones de segundo orden, a diferencia de sus antecesores que tenían sobrecargado este aspecto.
La acción en este juego en tercera persona transcurre en la época Vikinga, y está centrada en la invasión a Inglaterra por parte de esta civilización oriunda del norte de Europa.
Con el objetivo de encontrar mejores tierras y riquezas, Eivor (de quien se puede elegir su sexo) y su compañeros de combates, siguen al hermano del protagonista, Sigurd, a la isla británica.
Aquí transcurrirá gran parte de la historia, en la que la que Eivor deberá complementar su habilidad con el hacha con la diplomacia para entrelazar estrategias con los diferentes clanes para cumplir con sus objetivos.
-La historia, sin dudas. Su desarrollo por ser en un mundo abierto genera que por momentos pase a quedar en un segundo plano, pero la trama principal finalmente logrará estar a la altura de lo que los usuarios esperan.
-Adiós al sistema de loot intensivo: Todo el equipamiento es único, con habilidades específicas. De esta manera cada arma se apreciará de mejor manera que en las entregas anteriores, donde eran descargadas cada diez minutos por otra pieza mejor.
-En cuanto a la sensación de repetición, está recién se hace presente pasada la mitad de la aventura, lo cual es normal ante un título que supera las 60 horas de campaña principal.
-El regreso a aspectos clásicos de la franquicia, como el sigilo para camuflarse entre las personas y la posibilidad de administrar tu espacio, como ocurrió con la Villa Auditore en AC2.
-El desarrollo del árbol de habilidades es más que completo. Muchas de ellas son pasivas, al igual que en los títulos anteriores, pero definitivamente serán necesarias para completar la aventura.
-Los bugs. Aparecieron bastantes, pero no es nada que no se pueda arreglar en las próximas actualizaciones.
-Su extensión territorial puede ser molesta para muchos jugadores que quieran hacer todo rápido.
-Por momentos da la sensación de que el título prioriza la cantidad por sobre la calidad.
-Los tiempos de carga.
Assassin’s Creed: Valhalla cumple con el objetivo de brindar largas horas de entretenimiento a los usuarios en un momento donde por la pandemia muchos están más tiempo frente a los dispositivos para superar la imposibilidad de hacer otro tipo de acciones.
Logro tomar lo mejor de las últimas entregas para darle un cierre a la trilogía y demostrar el poder de las nuevas consolas.