En un ambiente un tanto apagado, con unos cinco mil espectadores en el Luna Park, la eficacia de los saques de Juan Martín Del Potro y los cruces de miradas y gestos con su novia Jimena Barón (sentada en primera fila de una de las cabeceras) fueron lo mas saliente de la noche en el triunfo del tandilense ante Nick Kyrgios por 6-4, 4-6 y 6-2.
La exhibición le sirvió a Delpo de cara a un 2018 donde se le plantean nuevos y más ambiciosos objetivos en su carrera. En una carpeta de superficie acrílica armada para la ocasión, Delpo y el australiano, que por su talento es potencialmente un número uno del mundo, jugaron durante una hora y 37 minutos y fue el excéntrico Kyrgios quien levantó muchas veces al público con sus clásicas excentricidades, su histrionismo para jugar y entretener a los espectadores.
Claro triunfo de Delpo en el primer set, con un muy buen saque (once aces y once saques ganadores), muy sólido con la derecha y un quiebre para cerrar 6-4. Un primer set amenizado con el ingreso de dos chicas alcanzapelotas que se prendieron un rato a pelotear.
Segundo set para Kyrgios, que logró para llevarse un 6-4 y mandar la definición a un lógico tercer set, algo esperable en un encuentro único de exhibición. También en esta manga hubo un espectáculo extra: el ingreso de dos chicos del público para convertir el partido en un doble durante un game que fue ganado por el australiano.
Llegó luego el set final, donde el tandilense cumplió también con la lógica y se quedó con el partido aprovechando errores no forzados de su rival y tras quebrarle dos veces el saque.
El “Delpo, Delpo”, los aplausos y la Copa Peugeot quedaron así en poder del tenista número uno de la Argentina en la actualidad.