El circuito lo necesitaba. Su historia es la de una fantasía de ensueño. Un guión clásico, de los que nunca fallan, que retrata el resurgimiento del hombre caído a lo más hondo de la angustia pero a base de esfuerzo, constancia y pasión evadió el ostracismo para volver a ubicarse en el olimpo de los héroes. Así Juan Martín Del Potro (38) tiene (otra vez) al éxito en su drive. Después de tres intervenciones en la muñeca izquierda y dos años fuera de las luces del court central, el tandilense cierra un año gigante, y no sólo en lo deportivo. Su cuenta bancaria sumó dólares, muchos dólares. También se consolidó como el eje del marketing de la mano de megaempresas y perfila un 2017 en el que la renovación de imagen lo tendrá en el centro.
Esta noche estará frente a David Ferrer en el luciente DIRECTV Arena de Tortuguitas, en el marco de la Copa Peugeot. 24 horas después viajará hacia Mar del Plata para reencontrarse con el español en el Polideportivo Islas Malvinas, partido organizado por la compañía automotriz, auspiciante del argentino y que lo tiene como Embajador de la marca en el país.
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Este año había participado del torneo exhibición The Boodles, en Stoke Park, Gran Bretaña. Un campeonato que se desarrolló del 21 al 25 de junio y reunió a Novak Djokovic, Jhon Isner y David Goffin, entre otros, días antes de la cita en Wimbledon, bajo el impulso de Audi, PlayBrave (ropa deportiva) y Perrier Jouet (champanes).
Contadas veces se difunden los billetes que embolsan los tenistas por este tipo de encuentros, aunque los trascendidos y números aproximados siempre son millones. Por ejemplo, Roger Federer (criticado por tantas exhibiciones) durante su visita a Argentina el 12 y 13 de diciembre de 2012 para jugar contra Del Potro en Tigre, sumó 3.500.000 dólares, según una fuente de la organización. Y para toda esa gira por Sudamérica, llamada Gillette Federer Tour y que lo llevó por Brasil y Colombia, el entonces número uno del mundo cobró 10 millones de dólares.
Las exhibiciones le resultan a Del Potro una forma de distenderse, pero para las compañías es una megaestrategia de publicidad. "Hay veces que nos podemos dar estos lujos, de venir tan relajados, de venir sin medias ni ropa para jugar y poder estar en un vestuario con tanta gente, con tantos amigos", contaba la Torre el 7 de diciembre de 2013, media hora antes de salir al estadio tubular armado en el medio de la cancha de fútbol de Gimnasia y Esgrima La Plata. Lo esperaba el australiano Leyton Hewitt. El compromiso había sido acordado con Exxia Sports Management y tuvo como sponsors a Aerolíneas Argentinas, Bodegas Estancia Mendoza, Sancor Salud, entre otros.
Doce carteles de exhibición tiene en su haber el tenista, que van desde Rafael Nadal en el imponente Madison Square Garden de Nueva York (el 5 de marzo de 2013 por el Día Internacional del Tenis) hasta los dos enfrentamientos ante Andy Roddick (el 3 y 4 de enero de 2013) en Punta del Este y Junín.
El año que viene sumará uno más: el 6 de marzo volverá al Madison en el marco del Día Internacional del Tenis y disputará el cotejo frente al japonés Kei Nishikori.
Desde su retorno a la actividad profesional el 16 de febrero de este año en Delray Beach, Juan Martín Del Potro alcanzó los 900.000 dólares en premios en la docena de torneos que disputó en la temporada. Así, elevó sus ganancias oficiales a 16,3 millones de dólares y se metió en ese selecto grupo de veinte tenistas que más dinero ganan en la historia de esta disciplina, cuyo líder es Djokovic, con 104,8 millones de dólares en premios.
Además, es el argentino que más ganó en el listado histórico, por encima de David Nalbandian (11.123.125 de dólares), Juan Mónaco (7.575.238 de dólares) y Juan Ignacio Chela (6.572.494 de dólares). Guillermo Vilas, en toda su etapa, alcanzó los 4.923.882 de dólares.
Las compañías Nike y Wilson lo captaron de por vida desde su temprana aparición en la ATP. Con el tiempo (y los logros) se sumaron Rólex, Peugeot, Pepsi, Powerade y hasta Nike.
Los Fantantic Four conformado por Federer, Nadal, Nole y Andy Murray comienzan a desmembrarse. Rafa no logra recuperarse al 100% de sus lesiones; Roger está lejos de su rendimiento estelar, perdió puestos y aún espera estar mejor de su rodilla izquierda, la que le obligó a parar todo a mitad de temporada. La batalla marketinera sólo está librada entre el británico y el serbio. El primero quiere mantener el número uno; el otro, recuperarlo.
Pero por fuera de ese dúo, Del Potro y su carisma se asoman lentamente para ganarle terreno al australiano y escandaloso Nick Kyrgios, el joven austríaco Dominic Thiem o al suizo Stanislas Wawrinka, un obstáculo para los grandes en finales de Grand Slams. Sin dudas, el circuito lo necesitaba.