"Entiendo que todo el mundo quería ver a un británico ganando Wimbledon, espero que lo hayan disfrutado", dijo Murray al recibir el trofeo ante un Court Central extasiado, en el que se encontraba el primer ministro británico, David Cameron.
El campeón dedicó su victoria a su entrenador el checo Ivan Lendl, ganador de ocho torneos de Grand Slam, pero nunca de Wimbledon. Desde que empezó a trabajar con él el año pasado, Murray se coronó campeón olímpico en Londres-2012 y ganó el Abierto de Estados Unidos, su primer triunfo en Grand Slam.
Murray se impuso al número 1 mundial en tres horas y nueve minutos, en un partido muy intenso desde el fondo de la pista.
El último juego fue muy tenso, ya que después de desperdiciar tres bolas de partido con 40-0 a su favor, el británico tuvo que salvar tres pelotas de break, antes de que Djokovic mandara la bola a la red, desatando la euforia del Court Central.
"Probablemente fueron los puntos más duros que he tenido que jugar en toda mi vida", dijo Murray de ese último juego.
"He jugado muchas veces contra Novak. Cuando todo el mundo tira la toalla, él sigue combatiendo. Hoy hizo lo mismo, y por eso fue duro", dijo Murray, que fue luego a besar a su novia y a su madre.
Por su lado, el de Belgrado dijo haber acusado el cansancio de la semifinal, el viernes, en la que ganó al argentino Juan Martín Del Potro en cinco sets al cabo de 4 horas y 43 minutos de partido, por 7-5, 4-6, 7-6 (7/2), 6-7 (6/8) y 6-3.
"Me cansó mucho. No quiero buscar excusas, pero el partido anterior duró casi cinco horas, y cinco sets", dijo Djokovic.
"Ya me he visto en estas situaciones. Me sentía bien, pero físicamente tal vez no tuve suficiente gas en los momentos importantes", añadió
. "Andy merece la victoria, ha jugado un tenis increíble", dijo también Djoko.
El escocés se llevó la mayoría de los puntos largos, que en muchas ocasiones alcanzaron los veinte o incluso los treinta toques. El número 2 mundial cometió 21 errores no forzados, muchos menos que su adversario (40), y tuvo más tiros ganadores (36 a 31).
Djokovic, vencedor de Wimbledon en 2011, intentó romper el ritmo de su rival subiendo mucho a la red, 52 veces en total, pero su estrategia no le dio resultado. Aun así, el serbio le complicó mucho el partido al escocés en dos momentos determinados.
En el segundo set, Murray tuvo que remontar un break que le hizo su rival, el cual llegó a estar 4-1 en cabeza.
En la tercera manga, el belgradense estuvo en un momento 4-2 arriba, pero su adversario le dio la vuelta al marcador, cerrando la final en tres sets, para sorpresa de todos. Y es que el serbio había ganado los tres últimos partidos contra Murray, entre ellos la final del Abierto de Australia el pasado enero.
Finalmente, Murray se lleva su primer Wimbledon a la octava participación, y después de perder la final del año pasado contra el suizo Roger Federer.
El número 2 mundial llegó fresco a Wimbledon, después de perderse Roland-Garros en mayo y junio por una lesión de espalda.
Su avance se vio en parte facilitado por la temprana eliminación de dos grandes favoritos, el español Rafael Nadal, en primera ronda, y Roger Federer, en la segunda.
Con todo, sufrió para eliminar al español Fernando Verdasco en cinco sets en cuartos de final y, en menor medida, para derrotar al polaco Jerzy Janowicz en cuatro mangas en semifinales.
Djokovic pierde con ésta su segunda final de Wimbledon. Su palmarés se mantiene en seis títulos de Grand Slam, en once finales. El serbio se mantiene como número 1 mundial por delante de Murray.