"Vamos a traer entre diez y doce jugadores de primer nivel", anunció el presidente del club, Gastón Granados, mientras Caruso Lombardi ya comenzó con su ronda de charlas con sus "conocidos", al margen de disponer algunas pruebas de libres, en las que suele "rescatar" a valores algo desconocidos y que terminan siendo figuras.
Diego Castaño y Ramiro Leone, con poco lugar para jugar en Tigre, Damián Leyes y Facundo Diz, en idéntica situación en Quilmes; los delanteros Enrique Triverio y Hernán Boyero, a los que había llevado a Argentinos Juniors; el zaguero Leonardo Sánchez de Unión de Santa Fe; el destacado volante ofensivo Patricio Rodríguez, que se desvincularía de Platense o el goleador de la "C", Matías Castro de Defensores de Cambaceres, son algunos de los nombres que trascendieron.
No obstante, se sabe que Ricardo Caruso Lombardi suele sorprender con los jugadores que incorpora, al margen que con el presupuesto que se armó (bancado desde adentro y desde afuera por empresarios de la zona de Ezeiza, como el supermercadista Alfredo Coto y otros que prefieren preservar su identidad) tendría para apuntar a figuras consagradas.
En la vuelta a los entrenamientos y en la presentación del nuevo cuerpo técnico, se presentaron 17 jugadores profesionales, aunque la mayoría son juveniles de las divisiones inferiores. Ellos son Eduardo Méndez, Federico Barrionuevo, Leonardo Melián, José Luis Caspary, Jorge Torres, Diego Sequeira, Rodrigo Vélez y Ezequiel Vicente, de los que muchos no quedarían. Y los pibes del club, como Lucas "Kun" Farías, Franco Toloza, Ezequiel Amaya, David Zarco y el arquero Jorge Puchetta.