Harry gana unos 5.600 euros a la semana con su última empresa -sí, porque va por la cuarta- una editorial y marca de merchandising con la que vende productos para los más pequeños. Este niño inglés empezó bien pronto a interesarse por los negocios. A los cinco años ya intentaba revender los juguetes que le regalaban y se preocupaba por el precio de las chucherías que le compraban sus padres.
A los 7 tuvo una idea genial: revender el estiércol que producían a pequeña escala los granjeros que trabajan en el campo en las afueras de la localidad de
Milton Keynes. El niño compraba las bolsas por 20 céntimos y las revendía por 1 euro, consiguiendo así unas ganancias del 400%. Para su segunda aventura empresarial, el niño apostó por las nuevas tecnologías y abrió una tienda virtual en eBay en donde revendía los productos que compraba en una tienda de segunda mano.
Para su siguiente proyecto, Harry cumplió el sueño de todo niño: en 2013 montó una marca de chucherías llamada 'Not Before Tea' (No antes del té). El niño no solo eligió los caramelos que iba a vender, sino que también diseñó el logo y el plan de negocios. Para el proyecto contó con la ayuda de su padre, un hombre llamado
Julian Patterson que trabaja como ejecutivo publicitario.
En vez de gastarse los beneficios de sus dulces, Harry actuó con cabeza y revirtió todo lo ganado en 2 años -unas 17.000 libras (24.000 euros)- en su siguiente aventura, la editorial en la que publica libros infantiles a la que ha llamado de la misma forma que su marca de golosinas.
Su primer libro, 'Las Aventuras de Sherb y Pip' está basado en una idea original del niño, pero toda la labor creativa de la empresa recae en la ilustradora Becky Down, que ha creado una serie de libros protagonizados por ratones, osos y demás fauna que está arrasando. La facturación de 'Not Before Tea' ha alcanzado las 95.000 libras al año (134.000 euros) y sus libros se pueden encontrar en más de 70 tiendas del Reino Unido.
El único capricho que se ha concedido Harry en estos años como emprendedor de éxito ha sido un cachorro de perro -irónicamente, un 'producto' que podría adoptar gratis en cualquier refugio de animales.