El científico planetario Alan Stern del Southwest Research Institute, opina que el contacto con civilizaciones alienígenas podría ser un problema ya que es factible que estas estén sepultadas bajo hielo. Según Stern, en la reunión de la División de Ciencias Planetarias de la American Astronomical Society en Utah, la mayoría de las criaturas extraterrestres estarían en las profundidades de sus planetas, en océanos subsuperficialmente bloqueados con hielo. La hipótesis podría explicar la falta de señales de otras civilizaciones tecnológicamente avanzadas, un enigma conocido como la paradoja de Fermi.
Sólo recientemente los astrónomos han llegado a apreciar lo común que son los océanos en el Sistema Solar; la evidencia de su existencia está en varias lunas de Júpiter, Saturno y Neptuno, e incluso en Plutón. Todos estos mundos tienen hielo de agua como un componente principal de sus cortezas, que forma montañas imponentes y cañones agrietados en sus superficies, pero que se funde en agua líquida a profundidades más bajas.
La mayoría de las criaturas extraterrestres estarían en las profundidades de sus planetas. Las fuentes hidrotermales en estos fondos oceánicos podrían bombear nutrientes a su entorno, de forma similar a los ecosistemas en el fondo de los océanos de la Tierra. Esas guarderías de la vida, protegidas del espacio por una gruesa capa de hielo, podrían incluso ser más productivas que nuestro propio entorno expuesto. Y si los organismos en los helados mundos oceánicos evolucionan en criaturas inteligentes, probablemente no conocerían el cielo nocturno como los humanos.
Tal vez el equivalente de su “programa espacial” simplemente sería confirmado a través de la superficie congelada de su planeta, sugiere Stern. Por primera vez vincula a los mundos helados oceánicos con la falta de señales alienígenas.