La competencia se impregnó de polémicas a raíz de cuestionamientos por falta de seguridad, escasos controles, además del daño ambiental y sonoro causado. Tabién por el cobro de entradas a un espacio público
La carrera de Súper TC 2000 realizada en un circuito callejero de la ciudad de Buenos Aires, recibió fuertes cuestionamientos por falta de seguridad y escasos controles, además del daño ambiental y sonoro causado.
El secretario de Deportes, Claudio Morresi, había advertido a través de una carta enviada a Macri, que "si bien es cierto que hay empresas que se hacen cargo de la seguridad, esto nunca es tan seguro como cuando se realizan en un lugar con la infraestructura adecuada" y cuestionó que "al ser un espectáculo al aire libre se cobre entrada y el acceso no sea libre y gratuito".
La carrera del súper TC 2000 organizada por el gobierno de Mauricio Macri, anunciada como gratuita por tener un circuito callejero, tuvo entradas de hasta 2.400 pesos en lugares preferenciales colocadas a la venta en el portal Web de Ticketek.
Por su parte, la presidenta de la asociación Madres del Dolor, Silvia Irigaray, aseguró que la carrera se trató de "un disparate total, que el jefe de gobierno (Mauricio Macri) justifica por la actividad turística, pero sólo es para facturar".
Irigaray sostuvo que "si era inevitable realizar y publicitar una carrera callejera, por lo menos habría que haber realizado durante todo el evento una campaña de difusión de seguridad vial para generar conciencia, porque sino al día siguiente aparece un inconsciente que vio la carrera por la tele y se le ocurre ir a 250 kilómetros por hora en Figueroa Alcorta".
Por otra parte, también se pone en tela de juicio la relación del Gobierno porteño con las empresas que fueron patrocinadoras y organizadoras de la competencia.
En cuanto los vínculos entre el líder del PRO y los organizadores del evento, la legisladora porteña Delia Bisutti recordó que en 2011 el legislador PRO, Fernando De Andreis "presentó un proyecto para derogar la ordenanza que prohibía la realización de carreras en la Ciudad de Buenos Aires", después del cual "firmaron un contrato con Auto Sports para que la firma monopolice la organización de todos los eventos deportivos callejeros".
Un año después de esa movida, Auto Sports organizaba la carrera que se desarrolló en la Avenida 9 de Julio, por la que Buenos Aires embolsó más de $ 130 millones.
Según estimaciones, la competición de hoy podría generar una cifra similar, con una fuerte expectativa puesta en el movimiento turístico que genera la Semana Santa y la pasión el automovilismo.
Auto Sports SA también se encargó de llevar el TC callejero, en 2012, a las tierras santafesinas que conduce Antonio Bonfatti. Esa carrera generó un negocio de más de $ 100 millones.