La autopsia realizada a los cuerpos de Flavia Aguirre y Andrea Soledad Lungo, encontrados en la madrugada del último sábado en un descampado de Máximo Paz, estableció que las dos fueron violadas antes de ser ejecutadas de un tiro en la nuca, al tiempo que es buscado intensamente el conductor de un automóvil que se acercó a las víctimas antes de su desaparición.
Según indicaron fuentes policiales, el informe preliminar fue una verdadera sorpresa, ya que en principio la agresión con arma de fuego estaba descartada y se especulaba con que las víctimas habían sido estranguladas. “Lo que pasó fue que las chicas tenían mucha cantidad de cabello, y los forenses no descubrieron a simple vista los disparos”, explicó uno de los pesquisas.
El investigador aclaró que si bien los cuerpos estaban vestidos, nunca se descartó que hallan sido víctimas de abusos sexuales.
Horas de pesadilla
Lo único que se desprende de la investigación es que en la tarde del viernes pasado, las víctimas salieron de su domicilio para ir a un curso de inglés y que poco después de las 19 fueron a un video club de la localidad de Spegazzini, donde alquilaron tres videos.
Los investigadores de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata presumen que Flavia y Andrea se subieron a un colectivo que las llevó hasta Máximo Paz, porque encontraron el boleto, aunque esta teoría aún se investiga.
La autopsia arrojó el resultado de que las chicas murieron a la una de la mañana del sábado, en el mismo baldío donde aparecieron los cuerpos, a 50 metros de su casa. Para los investigadores estos datos revelan que las chicas vivieron una “tremenda pesadilla” que se habría extendido durante varias horas.
Por las escoriaciones de los cuerpos, se determina que serían al menos dos los asesinos y que para matarlas utilizaron una pistola calibre 22. Las fuentes consultadas indicaron que es un “misterio” que ningún vecino escuchara el sonido de los disparos.
Según pudo averiguarse, la mirada de los investigadores está concentrada en ubicar a un sujeto que, durante la noche del sábado, merodeó la vivienda de las chicas en un rodado color bordó. Además, un vecino habría declarado que observó al hombre acercarse a las mujeres y entablar una conversación.
Aunque la familia niega cualquier vinculación con una supuesta venganza, los investigadores no descartan ninguna hipótesis y ponen énfasis en la cercanía de la escena del crimen con la casa que habitaban las muchachas. “Puede ser un mensaje”, dijeron los voceros.