Rodrigo Torres nació y vive en el Partido de Merlo, pero siente a Sportivo Barracas en el corazón. A los 17 años, juega de enganche en ese club, en la Sexta División, que se encuentra metido entre los primeros de tabla en el certamen de la Primera C.
Su carrera futbolística arrancó cuando tenía seis años, en un club de barrio, cercano a su casa, en el que jugaba al Baby Fútbol. Sin embargo, hace un año su vida deportiva dio un vuelco.
‘Hasta hace un año yo jugaba en el club llamado Captación Oeste. El entrenador que tenía en ese club tiene trato y se habla seguido con el técnico de Sportivo Barracas. Le comentó sobre mí, para ver si le interesaba verme jugar. Entonces me vino a ver jugar y en ese momento me propuso formar parte de su equipo. De esa manera fue como llegué al club. Antes también había probado suerte como central en Deportivo Morón, pero no me fue bien... no quedé‘, expresó el joven futbolista.
‘Mi equipo me parece excelente. Tengo unos maravillosos compañeros, con quienes me llevo de manera genial. Entre todos conformamos un plantel muy bueno. Somos muy unidos‘, señaló Rodrigo, quien además añadió: ‘Yo juego en el mediocampo, soy enganche. Por suerte me va bien en esa posición. Es en la que más me destaco‘.
El equipo no se entrena por Barracas sino que lo hace el predio vecino al Mercado Central de Buenos Aires. El director técnico es Daniel Ottone. ‘Tanto el entrenador, como el preparador físico, Agustín, son muy importantes en el presente del equipo‘, dijo el enganche. Juegan todos los sábados y de local lo realiza en el mismo predio en el que se entrena. ‘Siempre nos gusta que la gente nos venga a ver, aunque sabemos que no es muy cerca para los que viven en el barrio. Las jornadas habitualmente arrancan a las 10 de la mañana, hasta las 15 más o menos. Lo recomendamos. Muchas veces se pone lindo y se ven buenos espectáculos de fútbol‘, expresó Torres.
‘El fútbol para mí lo es todo. Para eso hago un sacrificio enorme al viajar todos los días hacia el entrenamiento. La esperanza es la de algún día convertirme en jugador profesional. Siento la camiseta de Sportivo Barracas que es la más hermosa que pude haber conocido jugando al fútbol. De todas maneras aún no soy socio, pero seguro lo voy a ser. Pasa que fue todo muy rápido. Llegué al club hace apenas un año‘, confesó el futbolista.
Los jugadores federados no cobran viáticos y al no ser profesionales tampoco tienen contrato, pero tampoco están obligados a abonar la cuota social.