Me pregunto si hacía falta que "Maravilla" Martínez se quebrara la muñeca moliendo la cara y hasta fracturando los huesos de los pómulos del ex-campeón mundial Chávez Juniors, para que ahora salte el doping positivo.
Lo adelanté en la nota del lunes (séptimo párrafo), donde comparaba a Maravilla con el genial Nicolino Locche, y donde hacía mención al doping de Chávez.
Esto engrandece mas todavía la magnífica victoria del gladiador de Lanús, pero siempre quedan las dudas: si Sergio no se hubiese levantado en el round 12, ¿el doping de Chavez habría dado el mismo resultado positivo?
Yo aseguraría que no; esto muestra claramente el daño que le hacen al boxeo los personajes oscuros como José Sulaimán (presidente del CMB), quien al perder su protegido le soltó la mano y ahora lo expuso a lo que todos los que estamos cerca de este deporte sabíamos.
Señores: Maravilla demostró que es un atleta que no necesita nada para ganar, sólo el sacrificio y la dedicación que ponen los deportistas de elite. Sergio se convirtió en un fantasma intocable, bailando toda la noche ante un boxeador que ni con la ventaja deportiva de drogas prohibidas pudo evitar la humillación a la que lo sometió este argentino inmenso.
Aunque la ventaja deportiva que sí tuvo Chávez Juniors es la de aguantar de pie y convertir a su mandìbula y cara en acero puro, contribuyedo a que un deportista de verdad se lastimara de tanto golpearlo.
Argentina: revaloricemos lo que logró Maravilla esa noche del 15 de septiembre, cuando además de convertirse en leyenda, reinvindicó a todos los atletas y deportistas honestos y dedicados del mundo entero.
Adrian Dottori Cronista especializado Resolución 076/2012