El Parlamento catalán suspendió ayer la investidura de un nuevo presidente regional por el encarcelamiento del candidato independentista Jordi Turull tras un duro golpe judicial contra la cúpula separatista que sitúa Cataluña en un nuevo bloqueo político.
El viernes, el juez que instruye el intento de secesión de octubre inculpó a 25 líderes separatistas, 13 de ellos por rebelión, decretó cárcel preventiva para cinco, elevando a nueve el número de políticos presos, y emitió órdenes de captura contra seis independentistas en el extranjero.
Uno de ellos es el ex presidente regional Carles Puigdemont, cesado del cargo por Madrid tras la fallida declaración de independencia del 27 de octubre, y sobre cual la justicia española había emitido y luego desactivado una orden de detención internacional.
Puigdemont había viajado a Finlandia cuando el juez español Pablo Llarena que instruye la causa reactivó la orden de captura, pero abandonó ese país el viernes, antes de que la policía pudiera empezar oficialmente su búsqueda. “Finlandia ha recibido una euroorden de arresto de un ciudadano español que visita” el país, por lo que se activará “el procedimiento normal de extradición”, indicó un comunicado de la Oficina nacional de investigación (NBI) finlandesa, refiriéndose a Puigdemont.
Puigdemont había viajado a Helsinki para reunirse con diputados de este país y participar en un seminario en la universidad de Helsinki. Su abogado, Jaume Alonso Cuevilla, confirmó luego mediante un tuit que había abandonado Helsinki, sin más precisiones.
El jueves se había celebrado la primera sesión del debate pero, aunque los independentistas disponen de mayoría absoluta desde las elecciones de diciembre, Turull no pudo ser investido por la falta de apoyo de la facción más radical y ayer debía someterse a una segunda votación.