los muñecos de la version argentina de la obra que triunfa en broadway desde 2003.
Como Los Muppets,
pero para adultos
La forma y la temática no son para
niños, pese a las figuras de los
muñecos, uno de los cuales maneja
la voz de las cucarachas de CQC
la cartelera teatral se suma una nueva y original propuesta de títeres para adultos, Avenida Q, que rescata la estética de Los Muppets y de los muñecos de Plaza Sésamo cuya temática se basa en una vecindad habitada por jóvenes fracasados, pero con un final reconfortante. Uno de sus protagonistas, Mariano Chiesa (interpreta y maneja el títere Princeton), cuya voz se hizo famosa en el segmento de las Cucarachas de Caiga Quien Caiga, por primera vez muestra su cara al público y aseguró que “te descorchás de la risa durante toda la función”. Su humor hilarante se parece al de Los Simpson.
¿Cómo contar una historia de varios personajes perdedores y mantener al público muerto de risa? Es un musical que triunfa en Broadway desde el año 2003, que toca temas de racismo, sexo, pornografía, drogas, homosexualidad y política. Una obra que habla de la vida y de la juventud con frescura pese a que los primeros pasos no son color de rosa como uno cree cuando tiene un título universitario en mano.
Para Chiesa “los muñecos gozan de una gran impunidad. Si un actor sobre el escenario te dice que vos sos un racista; vos, como espectador, te preguntás: ‘¿Este quién es para tratarme a mí de racista?’. En este musical es el muñeco, con mucha ironía, el que hace la bajada de línea. Te encontrás con una realidad disfrazada con mucho humor. Desde la maldad del muñeco vos te encariñás, pero no se queda en el gag sino que desemboca en una trama”.
China Zorrilla fue nombrada madrina del espectáculo. Con la imitación de la voz en off de la actriz arranca la obra y desde ese momento la risa comienza a jugar un papel preponderante: “La obra se puede ver en Youtube. Un amigo me la recomendó. Cuando la vi, me encantó y me fui a Nueva York para verla, y con los directores Natalia Del Castillo y Santiago Tato Fernández compramos los derechos”. Este espectáculo lo estrenaron en la sala Pablo Neruda del Complejo La Plaza.
Chiesa tiene años de televisión, aunque nunca se le haya visto la cara. El le pone la voz al segmento de La Cucarachas en Caiga Quien Caiga: “Me ofrecieron algunos proyectos en televisión, pero yo soy muy respetuoso de la exposición. Vos en la televisión sos un número y te sacan cuando quieren”.
En el ambiente deprimente que se mueve la obra, Chiesa asegura: “Cada espectador puede sentirse identificado con alguna situación o algún personaje porque se habla de cosas que nos pasa a todos. Por eso el eslogan de promoción es: ‘Igual que tu vida, pero más divertida’”.
La comedia musical se adaptó a la idiosincrasia de los argentinos: “Por ejemplo, Argentina no es un país que tiene guerras como Estados Unidos o Israel (países donde también se estrenó el musical). En Argentina el racismo no pasa tanto por cuestiones políticas. Acá se manifiesta contra otras nacionalidades, como contra el peruano o el boliviano. Contra la cumbia..., o cuántas veces pasó que un auto cero kilómetro roza con uno viejo y la puteada salta enseguida: ‘Este negro de m...’. Sólo por el modelo del auto”.
Coleman, una vida estrellada
En la vecindad en cuestión el único personaje de los jóvenes fracasados reconocible es el de Gary Coleman (el actor de baja estatura de la recordada serie yanqui Blanco y Negro): “El es el exponente de lo peor que te puede pasar. Con su talento llegó a la fama, pero los padres le c... la guita. Le sacaron la fortuna y él, para sobrevivir los últimos años de su vida, debió trabajar de portero de un edificio. En Avenida Q él es el único que no puede salir de la vecindad”.
El musical arranca con Princeton, un joven de 22 años que se recibe de escritor y piensa en grande. Su mayor deseo es vivir en el barrio más lujoso y glamoroso de Nueva York “en una especie de Avenida A y termina parando en la Avenida Q porque es para lo único que le alcanza. Es un personaje que está en la flor de la vida. Si bien los muñecos llaman la atención, nosotros aclaramos que no es un espectáculo para chicos. No se van encontrar con un espectáculo al estilo de Jay Jay, el Avioncito, sino que es más parecido al humor de Los Simpson”.
A Chiesa lo que llama la atención de la obra es que “ves al actor en escena, además, de manejar a los muñecos. Nos vestimos con vaquero azul y remera gris para que el público no le quite la atención al muñeco”.
Luly Vitcop