* Preparar y cortar o rebanar todos los ingredientes frescos, de modo que estén listos para añadir al wok cuando sea necesario, porque mientras se rehoga no hay tiempo para preparar nada.
* Cortar la carne y las verduras en trozos similares para que todos los ingredientes se cocinen a la misma velocidad y estén listos a la vez, lo que mejora la presentación del acabado del plato.
* Cortar los ingredientes en trozos relativamente pequeños para que se cocinen bien dentro sin que se queme el exterior.
* Preparar las medidas de las salsas, los condimentos y los ingredientes secos antes de comenzar a rehogar. Separarlos en diferentes bandejas según el momento en que deben verterse en el wok. Utilizar un aceite ligero de buena calidad.
* Cortar las cebollas tiernas en rodajas diagonales o en trozos irregulares, ya que así resultan más atractivas que las típicas rodajas.
* Al momento de la cocción, el aceite debe estar muy caliente, pero sin humear, de esta forma el recipiente mantendrá el máximo calor posible durante la cocción. Añadir los primeros ingredientes y mantener el fuego alto para que los alimentos se doren por fuera y se cocinen rápidamente.
* Utilizar las dos manos para rehogar, una para sostener el recipiente y la otra para mover los ingredientes con palillos o una espátula. No dejar de mover los alimentos para evitar que se peguen y asegurar una cocción homogénea.