LA PAZ (AP).- El presidente Evo Morales volvió a ser protagonista del legendario Carnaval de Oruro, pero esta vez como principal atracción en el clima de ‘’Evomanía’’ que se vive en Bolivia desde su asunción el mes pasado, y ya no como trompetista de una modesta banda, en los años 70.
Morales, de 46 años, inauguró ayer el carnaval en la ciudad minera de Oruro, que este año contará con la participación de 40.000 bailarines y la visita de 250.000 forasteros. La fiesta se prolongará hasta mañana.
El término ‘’Evomanía’’ ha sido incluso utilizado por el primado de la Iglesia Católica en Bolivia, cardenal Julio Terrazas, quien ha advertido sobre los excesos de esta suerte de fanatismo entre los seguidores del líder izquierdista.
La trompeta de Morales
En tanto, los centros comerciales de las ciudades bolivianas fueron ganados por centenares de máscaras del mandatario, en varias versiones ya casi agotadas.
Las máscaras prometen lucirse en el Carnaval de Oruro, a unos 220 kilómetros al sur, que Morales animaba como músico de la Banda Imperial, cuando aún no había llegado a los 20 años. En el marco de un festejo precarnavalero, Morales recibió la semana pasada una pequeña trompeta de oro puro en Oruro, ante 6.000 músicos de 70 bandas, que se reunieron para tocar, entre otras melodías, la marcha presidencial al unísono.