Murió Araceli Julio, la cantante que había denunciado los ajustes en oncología

“Julia”, como se la conocía en su nombre artístico, nació en La Plata, tenía un hijo y una hija y a principios de 2024 realizó su primera denuncia pública a causa de los recortes en salud, impulsados por el Gobierno de Javier Milei.

En ese momento, la artista sostuvo que la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), dependiente del Ministerio de Salud, interrumpió su tratamiento. La campaña de solidaridad tomó gran repercusión y se reunió fondos para que consiguiera asesoramiento legal.

El 5 de julio pasado se realizó el último festival en su honor. En esa instancia, la intérprete inició un recurso de amparo y, aunque ganó el juicio, el Estado apeló, por lo que los medicamentos no se surtieron a tiempo.

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La artista murió rodeada de sus seres queridos y la noticia fue confirmada por sus compañeros de la banda con quienes compartió más de dos décadas: “Es imposible transmitir lo que sentimos en estos momentos, pero quienes compartimos veinte años con ella”.

El mismo comunicado rememora: “Hacíamos música, riendo, creando, viajando, conversando de temas profundos o bromeando sobre trivialidades. La extrañaremos como quizá aún no sabíamos que se podía extrañar a alguien en esta vida. Solo nos reconforta saber que tendremos siempre muy presentes la dulce compañía de los recuerdos y también los registros de su voz, su sonrisa, sus canciones”.

Julio también interpretaba sus canciones bajo el nombre de La Bicicleta de Saturno. Los oyentes de su música coinciden en una voz dulce, filosa y reflexiva que se puede escuchar en los tres discos que grabó con los que se hizo conocida en Chile, Brasil y México.

Ajuste feroz

Desde el inicio del gobierno libertario, las áreas de salud y ciencia sufrieron una poda feroz. El Ministerio de Salud redujo su planta de personal y paralizó la mayoría de los programas nacionales. La decisión de eliminar el Instituto Nacional del Cáncer fue presentada como parte del “plan motosierra”, pero los efectos concretos incluyen la discontinuidad de tratamientos, el cierre de líneas de capacitación y el abandono de tareas epidemiológicas.

Hasta diciembre del 2023 los pacientes recibían gratis esta medicación por parte del estado. Pero el presidente Milei anuló este financiamiento así como otra prestaciones del sistema de salud, También se recortaron los programas de detección precoz de cáncer de mamas y de cuello uterino a nivel nacional en la salud pública.

En diciembre pasado se conoció la denuncia que la motosierra en medicamentos oncológicos produjo la muerte de al menos 60 personas que estaban en tratamiento por cáncer, según el cálculo de la Federación de Profesionales de la Salud (FESPROSA).

En su primer año de gestión, el Gobierno de Javier Milei logró un superávit fiscal a costa de numerosos recortes, entre los que incluyó a las políticas de salud. Eso fue acompañado de una retórica anti Estado y de la promoción del libre mercado, incluso para el acceso a los remedios y a la atención médica. Ambas decisiones afectaron la continuidad de los tratamientos de cientos de miles de pacientes y podría agudizarse.