Es muy importante remojar el maíz y los porotos como mínimo 8 horas, no sólo porque se aceleran los procesos de cocción, sino porque es una manera de que el grano quede bien cremoso por dentro.
No hidratar las legumbres de a mucha cantidad, no más de 5 o 6 cm de alto, porque si uno llena la olla, las que están abajo no se hidratan en forma pareja y el mismo peso las va arruinando.
No colocar sal durante el proceso de remojo. La sal, si bien va a acelerar el proceso de cocción, hace que el agua entre más rápido a los porotos o el maíz, provocando que éstos queden más terrosos y menos cremosos.
Para que el locro no quede tan pesado, hervir las carnes (chorizo de cerdo, chorizo colorado, patitas de chancho, falda) unos 20 minutos por separado para desgrasarlas un poco. El locro queda rico igual, pero mucho más liviano.