“La homofobia y el racismo no tienen lugar en nuestro deporte” es una de las frases que dijo Landon Donovan, el DT del San Diego Loyal, mientras discutía con los árbitros del partido. El conflicto inició cuando el jamaiquino Junior Flemmings le gritó ”batty boy” a Colin Martín, quién se declaró abiertamente homosexual en 2018. Este término en Jamaica, es un término muy despectivo para referirse a una persona gay.
Donovan (ex número 10 de la selección de EE.UU, donde jugó 157 partidos y convirtió 57 goles) escuchó el insulto del contrincante al jugador de su equipo y se acercó al árbitro del encuentro para saber qué decisión se iba a tomar.
Al mismo tiempo, Rick Schantz, entrenador de Phoenix, se acercó también para argumentar que simplemente se trata de “cosas del fútbol”. En ese momento, un futbolista de San Diego se acercó y criticó a Schantz por decir eso: “No seas tonto, sabés lo que significa”. Schantz, sin embargo, no se retractaba y sostenía que “esto no se trataba de racismo”, algo que no tenía nada que ver con la situación que se estaba discutiendo.
El DT se indignó y, antes de dejar a los árbitros para que debatierán, sentenció: "Esto no puede pasar dos semanas seguidas. No es racismo, es homofobia. Soy mejor que eso. Tenemos que sacar esto de nuestro deporte".
Los árbitros no tomaron una decisión para penar al jugador y por esta razón, el entrenador tomó la contundente decisión de sacar a su equipo del campo de juego. El 3-1 finalmente no fue reconocido en los resultados de la liga y la USL Championship emitió un comunicado en el que explica que está investigando el incidente.