Andá tranquilo, sos el campeón, el motor de mi auto no aguanta…". Carlos Pairetti reconoce que en aquel momento desconfió de la sugerencia que Eduardo Copello le hizo aquel 24 de noviembre de 1968, a punto de largar en el actual Autódromo Oscar y Juan Gálvez, la última y decisiva fecha del campeonato de Turismo Carretera. La confesión venía de su principal rival en la lucha por el título, a punto de definirse ante las abarrotadas tribunas donde la ansiedad y nervios se habían apoderado de todos.

El Maestro Copello, un caballero, no le mintió a Carlos. A poco de comenzada la carrera y que atronaran los motores de los autos de TC, su gris Liebre-Tornado, derivada del Torino de fábrica, hecha por Oreste Berta, plantó bandera por el motor roto. Así, Carlos "Il Matto" Pairetti conseguía el principal lauro en su carrera deportiva: campeón argentino de Turismo Carretera y, por si fuera poco, arriba del siempre recordado Trueno Naranja con motor Chevrolet.

Quedó grabada en la memoria de miles de fierreros, y ni hablar en los hinchas de Pairetti y del Chivo, aquel día de la consagración en el º68, una época brillante del TC. Ganó la carrera y se coronó campeón. Fue su único título en el TC, pero quedó en el recuerdo por haberlo conseguido como ha sido mencionado, sobre uno de los autos emblemáticos de la historia del automovilismo argentino: el Trueno Naranja.

A Pairetti se lo recuerdan muchos hasta el día de hoy. Carlos vive en su casa en Arrecifes, donde se recupera de algunos problemas de salud que hace poco, obligaron a una nueva internación. Sin embargo, ningún obstáculo puede con el entusiasmo con que Pairetti habla cuando de automovilismo y de cientos y cientos de anécdotas se trata.

Identificado plenamente con Arrecifes, otro gran campeón de la Cuna de Campeones, sin embargo Pairetti nació (17 de octubre de 1935) en la localidad de Clucellas en Santa Fe. Un adelantado para sus tiempos de corredor, Carlos, puro dinamismo, ha sido polifacético, quizás precursor del piloto que trascendíó otras esferas mas allá de las carreras. Si hasta fue actor, protagonizó películas como Siempre te amaré, Piloto de pruebas y Turismo de carretera, ésta última interpretándose a sí mismo, y junto a estrellas como Sandro entre otras; escribió su libro e hizo periodismo cuando el programa Carburando se emitía por Radio Rivadavia.

Pairetti logró 22 victorias desde 1962 hasta 1978, y su trayectoria además del TC, abarcó al Sport Prototipo (finales de los º60 y principios de los º70) y Fórmula 1 Mecánica Argentina. También su ímpetu y capacidad conductiva, lo proyectaron al automovilismo internacional, recordándose su participación en las 300 Millas de Rafaela que la categoría Indycar (tal su nombre actual) llevó a cabo en el óvalo de Rafaela en 1971, hecho inédito ya que resultó la primera vez que compitió afuera de Estados Unidos. También Carlos corrió en Fórmula 3 europea, donde se ganó el mote de Il Matto (El Loco) en Monza por una gran arriesgada maniobra.

Su campaña deportiva la inició al debutar en Turismo Carretera el 25 de marzo de 1962 en la Vuelta de Pergamino y con una cupé Chevrolet que perteneciera a Néstor Marincovich, tío de su amigo Carlos "Sandy" Marincovich, arrecifeño, y uno de los pilotos más finos en el manejo que dio nuestro país. Siempre con el pie en el acelerador a fondo, Pairetti hizo de su actitud para correr sin especulaciones, una marca registrada, tanto que por no "levantar" en mas de una ocasión tuvo que conformarse con ver el final de una carrera desde abajo. Al año del debut, su primera victoria; en la Vuelta de Mar del Plata en 1963. Año en el que volvió a ganar y se quedó con la frutilla del postre, al imponerse en el Gran Premio de TC con el Chevrolet que lo llevó a obtener 9 triunfos entre 1963 y 1966.

En 1965, en TC alternó con el Chevrolet y como lo permitía el reglamento, con un Volvo 122 SB, con el que ganó el 6 de enero de 1965, en Villa Carlos Paz a bordo del Volvo, siendo el primero y único triunfo en TC de una marca que no fuera Chevrolet, Dodge, Ford, o Torino. A los 10 días y en el mismo circuito, repitió victoria pero con Chevrolet . En 1967 pasó a comandar el Barracuda Chevrolet uno de sus mejores autos. 1968 como se ha dicho fue su año cumbre, campeón de TC por única vez. Más tarde, Pairetti se contactó con el constructor el ingeniero Horacio Steven". El resultado vio la pista el 23 de junio de 1968, y se trató del que para siempre sería el Trueno Naranja que le permitió ganar cuatro veces esa temporada y pintar el "1".

En 1970 y luego de 17 años con Chevrolet, Pairetti se pasó a la marca "enemiga", Ford; la lo que le dio bronca a los hinchas curiosamente, de las dos marcas; no aceptaron el pase de Carlos y un año más tarde consiguió su primera victoria al ovalo; el motor se lo preparaba el Polaco Miguel Herceg con quien no terminó en los mejores términos por la forma impetuosa de Pairetti para correr, utilizando al máximo auto y motor. Hizo un prolongado paréntesis en TC cuando corrió afuera, volvió en 1977 al TC con Dodge. El 14 de agosto de 1978 a bordo de esa cupé, dijo "hasta acá llegué" y dejó de correr.

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