El color del vino tinto dice mucho de sí mismo. Si tiene tonalidades violetas, significa que es un vino joven, de no más de un año de vida. Si predomina el rojo granate, se trata de un vino maduro. Y si es rojo rubí, quiere decir que es un vino evolucionado. Pero si aparecen matices pardos o amarronados, es señal de un vino pasado y viejo. Deséchelo.