El 26 de julio de 1981, Humberto Bravo, delantero de Talleres de Córdoba, anotó sobre la hora el tanto del empate ante Ferro (1 a 1) y, así, la cuenta de minutos sin goles en el arco de Carlos Barisio se detuvo en 1.075 minutos. La marca, que sigue siendo un récord para la Primera División del fútbol argentino, comenzó en un encuentro que Ferro le ganó 2-1 a San Lorenzo, por el Metropolitano. Héctor Scotta convirtió para los azulgranas a los 4 minutos de juego y desde entonces Barisio y sus compañeros del Verde "bajaron la persiana" en diez partidos (siete triunfos y tres empates, siempre sin recibir goles), hasta que Bravo interrumpió la espectacular racha, que continúa cumpliendo años.