Ella siente que es el show de su vida. Los que disfrutaron –y ahí, me anoto- de sus cuatro discos solistas y de todos sus grandes aportes desde esa batería explosiva con músicos gigantes como Gustavo Ceratti y tantas otras bestias, sienten que es el show que tanto merecía. El momento para destacar y valorar su trayectoria, sus años de trabajo, sudor e ilusiones arriba de los parches... Andrea Álvarez además de ser una de las grandes bateras, vocalistas y artistas que parió la tierra del Che, y Gardel (por citar un par de las maravillas argentas); es poco más que una guerrera de la música.
Ya de una, de movida, puso sus pies y sus manos en el bello universo de la musiquita con Rouge -la primera banda de rock argentino integrada solamente por mujeres-, ingresó en un momento cuando las mujeres en el rock no eran algo de todos los días. O mejor dicho, casi no entraba en la cabeza del machismo reinante argentino. Es más, muchos –con pensamiento con olor a naftalina y dejos pronunciados de discriminación ya naturalizados- miraban de reojo la aparición de chicas en la movida.
Si hasta cuando escuchó por primera vez al enorme Billy Cobham fue en un clima machista: un día de muy chiquita, su tío Julio fue de visita con el discazo "Spectrum" para incentivar a su hermano a que tocara la batería. Pero fue el corazón de Andrea el que empezó a groovear con las canciones del maestro del jazz; y de ahí en adelante, se expandió como el universo. Hoy, con más de 30 años de rockear y romper barreras en el mundo musical, Andrea Álvarez siente que está en su mejor momento, y frente al show de su vida...
-¿Es así Andrea, será el show de tu vida?
-Claro, es "El show"... Para mí es un riesgo, me da mucho miedo y a la vez mucha expectativa. Me da alegría haberme animado a hacer el Vorterix. Las reglas en la escena musical cambiaron, y para presentar un disco como corresponde me la tenía que jugar. Es el show más importante, pero no lo tomo como una llegada a algo. Sino como un punto de partida hacia lo que para mí merece este disco. Tengo ganas de plantarme en mi carrera solista de una manera más contundente. Y en el show vamos a pasar distintos estados, y va a haber varios invitados como Richard Coleman, Ricardo Mollo, Mariano Martínez de Ataque 77... Vamos a tratar de estar a la altura de este disco, que es el mejor que me salió.
-¿Cómo fue la creación de "Y lo Dejamos Venir"?
-Estoy más que conforme. Desde que hicimos los demos, ya estábamos felices. Si bien tardamos mucho en llegar a ese punto, una vez que logramos desearlo y lo íbamos bocetando fue muy fácil, pero era lo necesario para llegar al objetivo. Y ahí hicimos un buen equipo de laburo. Y digo hicimos porque uno nunca lo hace sola. El equipo fue fundamental. Todo estaba armado para tener un final feliz y creo que así salió. Es un disco alegre, que tiene sus cuestionamientos, que toma una postura como obra. "Y lo Dejamos Venir" merece tener una vida intensa.
-Y son 12 canciones con mucha intensidad...
- Los temas hablan de lo que soy yo, una persona intensa. Con todo lo bueno y malo que trae eso. Me tomo las cosas en serio, me comprometo. También sufro, y rompo los quinotos (se ríe). Pero uno viene con todo. A veces a la gente le gusta verte tocando con determinada personalidad con una impronta, y después te piden que amases en la vida real. En realidad, uno es un todo. No es en una cosa en algo y en otra, otra. El disco es intenso, las canciones también. Casi no hay pop en el disco...
- Es muy rockero en el buen sentido de la palabra, no en el sentido vacío. Que rockeé no sólo es un estilo de música que lleva determinada armonía, o riffs, o melodías; si no también en la lírica, un cuestionamiento. El disco tiene eso en un 90% o más.
-Tiene tu impronta de siempre, con otros matices modernos.
-Lo que tiene de nuevo el disco también es la banda. Este es un disco que lo tocamos en vivo antes de grabarlo, y eso también le produjo un peso importante. Siempre fueron buenas las bandas que tuve, y me gustaron todas. Pero la llegada de Lonnie Hillyer (Bajista norteamericano) con su historia importada, por decirlo de alguna forma, me hizo tocar mejor la batería. Su bajo y su impronta. Cuando llegó Tomás Brugués (Guitarrista), que es un guitarrista de rock. Es un apasionado que en un lugar tiene una madurez y en otro, aporta esa irreverencia de la juventud. Creo que armamos una buena banda, y que me es más fácil para mí tocar y cantar. Yo para cantar bien tengo que estar muy confiada y bueno, ahora pude empezar a tener mejor performance en vivo.
-En el disco, hay un tema para Gustavo Cerati. ¿Cómo fue crear "Despertándote"?
-El tema era casi imposible no hacerlo. Sobre todo por en todo proceso compositivo que fueron temas que estuve haciendo en estos tres años, él estaba presente en mí siempre. Es una de las personas claves para mí a la hora de los discos que hacía. Era un faro importante. Yo siempre le mostraba y esperaba su opinión, su visión. Ahora, Gustavo no estaba para que lo vea; aún así yo tenía y tengo una conexión muy fuerte con él. Con eso que está ahí (hace gestos como una energía que está en el aire). Fue casi inevitable hacerle una canción. Mientras practicaba, componía temas. En cada ejercicio, me salían temas y son los que están. Hubo uno que me di cuenta que era para él, y lo empecé a trabajar. Tardé bastante, pero lo cerré. Igual lo grabamos distinto, le dimos otro tratamiento. Ellos querían llevarlo hacia un lugar Ceratti, y quedó muy distinto a todos. Es el tema pop del disco. Lo pusimos último por eso, y le puse la dedicatoria para que la gente lo escuche porque hoy en día, la gente te escucha los temas tan de a uno. O escuchan tres temas, y no llegar al cuarto. Entonces, eso iba a hacer que los chicos lo escuchen. Y cuando lo puse en las redes sin ninguna expectativa, fue se empezó a desparramar por todos lados. No lo podía creer. Esa es la magia de Gustavo también.
-Compartiste varios años con él, y con Soda Stereo.
-A lo largo de mi carrera no fueron tantos años, pero como nunca dejé de verlos...Entre idas y vueltas siempre, soy una Soda Stereo. Fui y voy a serlo. Al principio por ahí no me caía muy simpático, porque por ahí la música de Soda no es el estilo que a mí define como artista. Pero después lo pude aceptar con alegría y con orgullo. Primero porque no cualquiera forma parte de esta situación; y después no creo que en el mundo haya existido una situación musical de ese nivel, y a ese nivel de popularidad. Donde la calidad y la popularidad se pudieron unir. En general, las cosas comerciales nunca tienen determinada búsqueda. Están hechas fáciles, de digestión rápida. Incluso ahora cuando escucho los discos, me dan risa porque hay temas que en entrar la voz tarda un minuto y medio; ahora no te lo aceptarían a esos temas. En "Canción Animal", el disco más importante que yo grabé con Soda, hay temas que para llegar al estribillo tarda un montón. No llega más. "Hombre al agua", no llega más el estribillo; y sin embargo era un re hit. Ahora todo tiene que pasar más rápido, incluso a mí me pasaba. Hay un tema en mi disco, "Vamos viendo", que tiene 4 compases y yo decía tarda mucho en llegar la letra. Hasta que en un momento digo: "qué estoy haciendo, estoy loca, cómo que tarda mucho". Creo que tenemos que darnos cuenta de que hay que tomarse el tiempo para escuchar música.
-Antes de todo esto, tuviste un comienzo. Y fue en una época demasiado machista. ¿Cómo fue esa decisión?
-Cuando uno es uno.... Sí, era difícil en esa época para una niña. En épocas de la dictadura, decidirse a tocar la batería y al rock...Ahora cuando veo que ya no se hacen diferencia si toca una chica o un varón, es muy bueno. No es que por ahí llega mi hijo y me dice había una baterista mujer en la banda. Yo siempre le pregunto a él o mis alumnos, quién tocaba la batería. Y quizá me dicen una chica, pero ni me lo dicen como si fuera algo raro. Igual, no es común que las chicas dediquen su vida. Tocar instrumento puede hacerlo cualquiera, aprenden a nivel recreativo y es fácil. Pero dedicar la vida al instrumento todavía es difícil. Ahora igual hay muchas más mujeres.
-¿Y desde la batería, fuiste una de las precursoras?
-Cuando empecé con Soda, era como la primera vez que una mujer estaba en un lugar de músico en una situación tan popular. Era una época donde se empezó a usar, era como medio moda que haya mujeres músicos. Acá casi no se animaban, hasta que después se animó Charly con la María Gabriela Spumer. Fueron como dos puertas que se abrieron importantes. Eso de "busquemos una chica que toque bien". Y ahora hay cada vez más. Hay un montón, algunas me gustan y otras más o menos. Depende, como cualquier cosa. No es que me gusta alguien porque sea mujer o varón. En cuanto a composición, a lo autoral, me gustaría escuchar más desde el rock cuestionamientos de ser mujer; qué nos pasa, porque nos pasa cosas distintas si no, no hablaríamos de esto. O como pasó en la marcha de Ni Una Menos. Suceden porque es un tema candente y explotó. Creo que los varones no van a ponerse hablar de eso. Cuando uno habla en la música y en el arte, habla desde la mirada de uno, no de la del otro. Ahí creo que hay una asignatura pendiente. El hecho de jugársela más y exponer más eso. A la mujer la educan para no molestar, a no ser hincha. Porque te ponen en el lugar de la que hace quilombo, la que trae conflictos. Y después no te quieren más, y blab, bla, bla. Es una cadena de mala educación.
-Sin ir más lejos, un tío tuyo cuando eras chica llevó un disco de Billy Cobham para incentivar a tu hermano, y no a vos.
-Era lo más natural. Cuando empezamos a estudiar mi hermano estudiaba percusión y yo clarinete. Después yo terminé toando la batería y el, el saxo. Pero era lo más natural. Mi tío Julio vino con el disco "Spectrum" de Billy Cobham y se lo mostraba a mi hermano. Daba por sentado que a una mujer no le iba a interesar eso. Aún hoy, eso de música de minitas está instalado. Puede ser que a las mujeres nos gusten más las telenovelas, pero es una cosa cultural. No es que a la mayoría de la gente le gusta Frank Zappa o Jimy Hendrix, ¡no! A las mujeres nos interesan otras cosas, no es que nos interesa el Shopping. Pareciera que si no nos interesa, seríamos menos femeninas, que sé yo... De a poco se va cambiando, todos nos vamos animando a relajar un poco más.
Primera Bata, su música, sus bateristas y profes
-¿Con qué batería arrancaste?
-Con un CAF azul de las nacionales. Era de cinco cuerpos. Y mi papá me compró unos platillos Zildjian, porque fue a Estados Unidos. Siempre tuve buenos, pero ahora uso Pastie.
-¿Qué modelos?-Uso distintos, pero en los shows uso los 2002 y Giant Beat.
-¿Y de música, qué escuchás?
-Estoy escuchando siempre casi lo mismo. Cuando compuse el disco, escuché todo blues. Robert Johnson, de todo y muy viejo. También todas las películas de blues. Pero blues viejos. Me gusta mucho la música negra. También mucho Black Sabbath, y Hendrix todo el tiempo que puedo. Buddy Guy me encanta. The Who. Mucho Jack White en todas sus formas. De lo nuevo nuevo The Strypes, The Books...De todo.
-¿Además de Billy Cobham, con qué batero dijiste esto es lo mío?
-Con Phil Collins, dije: quiero ser como Phill. Conozco. Después John Bonham, Keith Moon. De Tony Willians soy fanática. Lenny White. Los argentinos, Oscar Moro, Gonzalo Farrugia, Topo García, y Horacio Gianello.
-Horacio fue uno de tus profes ¿con quiénes más estudiaste?
-Mi primer profe de batería fue Lito Vitale, pero de formación fue Horacio Gianello. Depsués tuve mucho. En New York estudié Batería con Kenwood Dennard. Y de percusión fueron Frank Malabe y Jhonny Almendra. Después Fernando Martínez, Jorge Araujo y Sebastián Hoyos que fue el que me arregló mucho la técnica en el final.
Andrea Alvarez: Batería y voz.
Lonnie Hillyer: Bajo.
Tomás Brugués: Guitarra.
Producción Artística: Lonnie Hillyer y Andrea Alvarez.
Pre producción y arreglos: Andrea, Lonnie y Tomás.
Grabado en Estudios El Pie en Diciembre 2014.
Técnico de grabación y mezcla: Facundo Rodriguez.
Asistente técnico: José Maradei.
Grabaciones de voces y overdubs: Estudio Quark, dic 2014.
Asistente técnico: Jhony Acosta.
Mezclado en Estudio Quark, Enero 2015.
Masterizado en: Reveal Sound (London UK).
Técnico de Mastering: Neil Pickles.
Asistente de producción: Bruna Lamberti.
Asistente musical: Pedro Badessich.
Dirección de Arte de tapa y fotografía: Federico Rozo.
Fotografía: Leandro Alvarez.