El español paso por argentina por segunda vez para presentar un nuevo perfume, pero hablo de todo. Su vida, sus pasiones, la crisis de la industria cinematográfica y una mirada cruda de lo que viene: "creo que el cine actual se está muriendo. Está pasando a otros formatos, a otras cosas", dice.

Sin beber un sorbo de agua, casi sin ofrecer huecos de silencio, Antonio Banderas (54) se prestó a la charla. El artista nacido en Andalucía, España, que lleva casi cien películas en su haber, hizo un recorrido por su vida profesional, personal y se animó a hablar del difícil momento que atraviesa la industria cinematográfica.

Lejos de ocultarse o de evadir las preguntas, Banderas es de esos actores que tienen opinión formada y que a la hora de tomar partido por algo lo hace con convicción. "Siempre fui un actor muy versátil. No me interesa encasillarme. Me gusta participar de muchos géneros. Recuerdo a agentes en Los ángeles que me empujaban a seguir practicando aquellas cosas que me habían funcionado, y yo no quería. A lo mejor, me ofrecían una comedia ligera que a mi me gustaba hacer y me decían que no me convenía para mi carrera. Hasta que rompí con eso. Hice películas de autor con Almodóvar en España pero, también, de entretenimiento. Creo que el arte y el cine, en particular, llega a muchos propósitos. No sé si hago las cosas bien. Eso si, me gusta hacer muchas al mismo tiempo. Dicen que los andaluces tenemos muy en claro una cosa: la certeza absoluta de la muerte y la relatividad de todo lo demás. Me parece que tengo poco tiempo para hacer muchas cosas que me gustan. Incluso, me gustaría hacer mucho más. Mi estado natural es el cansancio, ahí es donde yo vivo y me he hecho a él. Me encuentro casi cómodo haciendo muchas actividades. Cuando descanso, me siento culpable. ¡Soy hiper activo! Y creo que soy un hombre que se sigue lanzando al vacío", advirtió el empresario, de novio con una asesora financiera, varios años menor que el. Un actor que si bien superó la barrera de los 50 años, sigue produciendo la misma revolución en la platea femenina que provocaba en aquellas películas de sus comienzos. La figura de Banderas cautiva, su impronta en la pantalla, su manera de decir las cosas en las entrevistas, su convicción en el trabajo, hacen un combo que a las mujeres les encanta y el español no le escapa a eso. Todo lo contrario, se siente cómodo en ese mundo y juega el juego que le gusta y que sabe llevar adelante con profesionalismo. Aunque a la hora de mostrar la receta, de contar los secretos, prefiere no hacer alardes...

l ¿Qué consejo le darías a los hombres que están buscando conquistar mujeres?

-El éxito con las mujeres es tan relativo... Lo único que sé como seguro es lo de la muerte. No puedo dar consejos sobre el tema de las mujeres porque es complicado, etéreo, intocable, invisible. Lo único que uno puede hacer es dejarse llevar por la intuición. Como dice mi amigo Joaquín Sabina: las mujeres no existen. Cuando uno les va a meter mano, desaparecen. Yo no voy a dejar la actuación para dirigir. Me la sigo pasando muy bien delante de la cámara. El motor que me mandó a salir de Málaga (España) hace treinta y cuatro años está engrasado, no está muerto.

l ¿Qué análisis hacés sobre el cine actual?

-Creo que se está muriendo. Está pasando a otros formatos, a otras cosas. Una de los últimas películas sufrió 17 millones de descargas de piratas. No se legisla contra ellos porque cualquier partido político que lo ponga en su propuesta recibiría un montón de votos en contra. Estamos perdiendo entre un cinco y seis por ciento de espectadores a nivel mundial todos los años. Hay una posibilidad que ha sido muy poco explorada y es la Hispana, con un potencial enorme con quinientos tantos de personas. Es verdad que hay cuotas de mercado muy bajas en ciertos países pero se podría competir desde nuestra propia lengua robándole su propio brent. Siempre me he preguntado cómo no hay en Hollywood un estudio de habla Hispana. Habría que organizar a las televisiones de varios países para una portación anual por el casar películas en español con la materia prima de Hollywood. Y si se producen veinte veinticinco películas anuales, tendrían la potestad de cubrir espacios y contenidos en sus propias televisiones e, incluso, crear la posibilidad de una distribuidora común. Pero nadie le ha puesto ese cascabel al gato.

l ¿Y qué te parece, en particular, que está sucediendo con el cine argentino?

-Lo último que vi es la película de Almodóvar, Relatos salvajes. Para mí, la relación con el cine nacional ha sido carnal y casi de amistad. Probablemente, el cine argentino en estos momentos esté pasando por una situación de dificultad como la que está pasando el cine español. A nosotros nos subieron el IVA (impuesto que se paga a la Comunidad económica europea) un 21%, y ha sido muy duro. Sin embargo, les salió muy bien porque este fue el año más taquillero de la historia del cine español. Lo que estamos tratando es de recuperar a nuestro público y para esto tenemos que ser muy honestos a la hora de dirigirnos a ellos no sólo desde la pantalla sino también en nuestras expresiones públicas.

La figura de Antonio Banderas no solo es muy requerida por los productores y los directores de cine. Es que su imagen se hizo marca registrada en el mundo y los productos con su rostro comenzaron a multiplicarse en los diferentes locales de Europa. La fama y calidad de los mismos, hicieron que cruzaran el océano y hoy todas las perfumerías de Sudamérica tienen los perfumes que llevan el nombre del actor. Sin embargo a la hora del análisis y de las preferencias de fragancias, el español no quiere saber nada con eso y solo pone su firma.

l ¿Usted toma partido a la hora de analizar las fragancias de sus perfumes que son tan requeridos en el mundo?

-Yo no participo en el diseño de los perfumes porque no soy un experto en esos territorios. La empresa que lo hace tiene una gama de químicos y perfumistas que llevan trabajando muchos años con la compañía. Ellos se encargan de hacer una cosa tan compleja y tan simple como conceptualizar algo y meterlo en un tarro.

l ¿Pero usted no se mete en ninguno de los procesos que llevan a tener la fragancia en la calle?

-Hay algo que sí me gustó y que con el paso del tiempo valoro. Porque lo que si se produjo hace dieciocho años, cuando comenzó este camino, una serie de entrevistas que tuve con los creadores de las fragancias. Fue un proceso absolutamente interesante el de involucrarme en un mundo en el que no estaba acostumbrado. Hasta entonces, no sabía cómo se hacía un perfume, cuales eran los criterios que se seguían, las notas. Es un universo increíble. Esta gente puede ser artista. Son artistas invisibles es un mundo abstracto como lo es el mundo de los olores. Después, con el correr de los años, tuvimos otras reuniones para hablar de los cambios que había habido en mi carrera y en mi madurez, y así se fueron buscando diferentes alternativas.

 
      Embed


 


 

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados