Cada noche desde la ardiente trama de Golpe al Corazón, la telenovela suceso de Telefé, Eleonora Wexler, conquista no sólo al sufrido Sebastián Estevanez, sino al público todo desde un rol que la eleva como una de las heroínas que mejor recepción ha provocado en los adeptos a los culebrones.
La elegida para ilustrar varias de las escasas ficciones nacionales (solo este año participó en Amar Después de Amar -ADDA-, en la serie Un Gallo para Esculapio y en la actual producción de Enrique Estevanez), esta actriz que se inició en el medio con tiernos 8 años, al frente del musical Annie, atraviesa uno de sus mejores períodos laborales.
“Estoy muy contenta con todos los personajes que me tocaron este año. Todos fueron completamente diferentes. Son momentos. Tengo la necesidad de poder elegir lo que quiero contar y lo que quiero decir. Me siento privilegiada y agradecida por ello. Y cuando lo hago lo hago con todo. Desde adentro. No lo puedo hacer de otra manera. Tengo la suerte de poder elegir y este año, tan duro para los actores en general, se conjugaron proyectos que sinceramente, no podía dejar pasar”, deslizaba Eleonora ya en la presentación de la tira de las 22.15 que la retrata como Marcela Ríos, una médica que perdió la vista tras una golpiza en un intento de abuso y que pronto se enamora de “El Toro” Farías (Sebastián Estevanez), un boxeador que luego de perder a su esposa en un accidente automovilístico, se convierte en enfermero.
“Estoy contenida por todos lados, por lo que se potencian las posibilidades de hacer un buen producto. Nuestra responsabilidad es sumar en cada caso para que todo sea de calidad. Acá me toca ser la heroína, mientras que en Un Gallo para Esculapio hubo que adaptarse a un registro más crudo, a tono con la elección de Bruno Stagnaro para contar esa historia. Estoy orgullosa de haber participado ahí. Siento que fue de una excelencia mayúscula y algo completamente diferente. Los ritmos son diferentes: Un Gallo para Esculapio fue casi una película de diez capítulos que fueron realizados en cuatro meses, mientras que en Golpe al Corazón grabamos un capítulo por día. Además, el trabajo en la novela Adda, un programa que también siento que marcó algo distinto dentro de la tele de hoy.
Fueron tres proyectos muy diferentes en un mismo año”, sostiene Wexler, quien hasta setiembre también sumaba la pieza Umbrío de Luciano Suardi en el Complejo Teatral San Martín. “Las heroínas tienen un costado sufrido; a ellas les pasa de todo”, asegura toda una experta en la materia.
“Carolina, mi personaje en Adda, era muy complejo, sufrido, tenía un costado de mucha represión y postergación. En cambio, esta médica de Golpe al Corazón parece tener todo bajo control hasta que se le derrumba”, compara las últimas composiciones que le tocaron en suerte. “Marcela se desmorona en su control y seguridad cuando se enamora perdidamente de El Toro. Entonces empieza el problema porque está casada y siente que le debe gratitud a su marido, que la ayudó cuando ella tuvo un incidente y la golpearon hasta dejarla ciega. En ese momento de su vida, su madre la abandona entonces ella se quedó sola hasta que la rescata Javier, quien luego fue su marido que también la ayudó a recibirse de médica. Marcela se siente culpable en toda la novela, está muy tironeada”, cuenta de la tira en la que intervienen figuras como Georgina Barbarossa, Miguel Ángel Rodríguez, Germán Kraus y Claudia Lapacó, entre otras.
En tiempos en que la realidad impone naturalmente que hasta la más edulcorada ficción no desoiga diversos reclamos sociales, Eleonora Wexler, siente que Golpe al Corazón, resalta aquellas problemáticas más relevantes que nos atraviesan. “Hay mucho de lo que cuentan los autores que tiene que ver con lo social. Se hace mucho hincapié en lo social. La novela se basa en una situación de violencia de género. Toca muchas temáticas sociales además de la violencia de género: el tema Malvinas, la burocracia médica, el de la adopción, entre otros tratamientos. Me encanta lo que cuenta el personaje que hace Julia Calvo con toda su situación. Ella interpreta a una mujer que perdió a un hijo y luego adoptó a uno en un orfanato y se ve lo que ocurre en el país con esos casos también”, cuenta orgullosa quien posee un gran historial en ficciones como La Banda del Golden Rocket, Son de Fierro o El Garante.