Algunas tragedias se quedan en el inconsciente colectivo como para repensarlas una y otra vez. La reciente declaración del líder de Divididos, Ricardo Mollo, da cuenta de ello. Según las revelaciones que hizo el guitarrista este fin de semana, la banda tuvo la oportunidad de tocar aquel fatídico 30 de diciembre de 2004, en Cromañón, pero por decisión no lo hizo.
"Nos fuimos porque el lugar no estaba en condiciones", contó el marido de Natalia Oreiro en un programa radial de La Once Diez. "Vimos que el lugar no estaba preparado para albergar a tanta gente, que las instalaciones no eran aptas, que no eran seguras", aseguró Mollo.
El solo recuerdo de aquel día resonó en sus explicaciones casi como una película difícil de digerir. "Pregunté por las salidas de emergencia, por las telas que estaban colgadas, me dieron muchas respuestas que no me convencieron, dijimos: 'Gracias', y nos fuimos", admitió.
Para el autor de Spaghetti del Rock, el horario de los shows también son un tema considerado por la banda al momento de elegir dónde realizarlo.
"Evitamos dejar a la gente tirada a las 3 de la mañana en un barrio que tiene cierta peligrosidad, siempre tratamos de tocar temprano, un horario como las 10 de la noche, cosa que la gente pueda llegar a su casa sano", justificó el ex músico de Sumo.
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