El director teatral cuenta cómo evita la rutina sexual y cómo confirmó que le gustaban los hombres. Dice que por experiencia en la cama pudo derribar varios mitos y revela que quisiera ver en una triple x a Sebastián Estevanez y Osvaldo Laport.

Tiene cuatro obras de teatro en escena "Extinguidas", "La casa de Bernarda Alba", "La jaula de las locas" y "El secreto de la vida en Montevideo", está comenzando a ensayar "Casa Valentina" para estrenar en Buenos Aires el próximo verano, mientras conduce "Muy Muscari" por el Canal de la Ciudad y se ha iniciado filmando la película documental de "Extinguidas". En medio de está vorágine laboral en la que se encuentra inmerso, José María Muscari hace una pausa para reflexionar sobre el sexo: una cuestión medular en su vida.

"Mi relación con la sexualidad es de evolución. Sexualmente, no soy el mismo que cuando tenía veinte años", dice.

l ¿Qué mito sexual derribaría?

-Que los fisicoculturistas la tienen chiquita. Ese mito lo puedo derribar con conocimiento de causa.

l ¿Qué tabú sexual venció?

-Siendo más chico asociaba el sexo con estar enamorado y no estando enamorado advertí que podía tener muy buen sexo con seres con los que no tenía vínculo emocional.

l En el sexo, ¿existe algo prohibido?

-Todo lo que le haga mal a uno o al otro.

      jorge muscari

l En materia sexual, ¿qué consejo desatendió?

-Ninguno. En esta materia, soy autodidacta. Nunca tuve alguien que me aconsejara.

l ¿Cómo huye de la rutina?

-Entender que el sexo es un juego y debe estar en constante modificación.

l El tiempo, ¿mata la pasión o la robustece?

-Nunca estuve en pareja por más de tres años. En mis relaciones, jamás faltó libido. Creo que si ambos están bien, al sexo lo podés mejorar. Si no hay encuentro desde lo emocional, no.

l ¿Tiene buen recuerdo de su debut sexual?

-Sí. Fue con una chica. Ambos estábamos enamorados, así que estuvo bárbaro.

l ¿Cuándo descubrió que tenía preferencia por los hombres?

-A los 20 años, cuando estuve con el primer hombre. Hasta ese momento, sentía que me gustaban las mujeres.

l ¿Fantaseaba con hombres?


-Sí, pero creía que tenía que ver con esa etapa de la post adolescencia donde fantaseás con los dos sexos., Cuando estuve con el primer hombre noté que había algo que me pasaba con él y no con las mujeres.

      José María Muscari

l ¿Qué le pasaba con ellas?

-Algo no se completaba. En cambio, la primera vez que estuve con un hombre supe que para mí el amor pasaba por esa intensidad que experimentaba con un tipo y no con una mujer.

l Desde que estuvo con un hombre, ¿no volvió a sentir deseos de estar con una mujer?

-Sí, cuando me separé de mi primer novio. Durante el tiempo que estuve con él, pensaba que yo no era gay.

l ¿Y qué suponía?

-Que cuando termináramos iba a volver a estar con mujeres, porque yo no era gay.

l A la distancia, ¿qué conclusión saca de esa creencia?

-Que inconscientemente esa parte mía me ayudó a sobrellevar con naturalidad aquella relación, atribuyéndole algo especial a ese vínculo y no a mi sexualidad.

l Después volvió con una mujer. ¿Qué sintió?

-Que esa sensación que tenía desde antes de estar con él, con las mujeres se me agravó.

l ¿Sexualmente funcionó?

-Sí, pero cuando terminé, quería que a ella le crecieran pelos en el pecho.

      José María Muscari

l ¿Experimentó un vacío?


-No. Sentía que no me atraía tener sexo con una mujer. Además, advertí que a pesar de que podía funcionar con las mujeres, sólo me atraían los hombres.

l Esa transición, ¿la vivió como una carga o una liberación?

-Lo viví como algo natural.

l Sexualmente, ¿a qué le dice que no?

-A los juguetes sexuales, a los tríos y a las multitudes. En ese sentido, soy clásico. Me alcanza con la persona que me gusta y amo.

l ¿Dejó de ser partidario del sexo ocasional?

-No. Yo soy partidario del sexo ocasional, siempre que no haya una relación emocional que acompañe mi vida. El sexo casual te genera una sensación de vorágine, de adrenalina que me gusta hallarla en mi pareja.

l ¿A qué famoso le gustaría ver en una triple X?

-A Sebastián Estevanez y a Osvaldo Laport. Son tan machotes que me gustaría verlos algo emputecidos, haciendo una competencia de bíceps.

l ¿Cómo sería esa película?

-Se trataría de dos compañeros de gimnasio, uno es el entrenador del otro y entre entrenamiento y entrenamiento, se bajan la caña (risas).

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