Javier Calamaro se juntó con DIARIO POPULAR para hablar de su nueva creación “Próxima Vida”, un disco de amor viceral, donde desnuda su alma por completo, y también planta conceptos que intentan despertar consciencia. Además contó cómo fue la grabación de "Bésame mucho" junto a su hermano Andrés Calamaro; los homenajes a Spinetta, Atahualpa Yupanki y Discépolo; los cambios que fue teniendo esta nueva creación durante el proceso; la experiencia de cantar bajo el agua; y lo que pretende como artista. Todo en estas líneas...
Javier Calamaro y una charla de la vida misma. Una vez que el rec entró en on, el diálogo fluyó como cuando se arman esas zapadas con guitarras y mics, y se sueltan esas sensaciones, esos sentimientos sin límite alguno que crean una atmósfera atrapante. Javier contó cosas de su infancia, los juegos y las grabaciones de niños junto a su hermano Andrés Calamaro; la escuela conceptual que le dio su hermana Hebe, exiliada en los '70 y cobijada por Atahualpa Yupanqui en los suburbios de París; Los Guarros; su desarrollo como artista; el valor espiritual que le da a lo que crea hoy; y su nuevo disco "Próxima vida", que incluye un homenaje a Spinetta y a cuatro canciones gigantes que sonaron en su casa desde chiquito. Una "Bésame Mucho", esa que tanto escuchaba su madre y que grabó con Andrés... 

-¿Qué es Próxima Vida? Siempre un disco es una vida que cuenta una ya pasada, ¿no?
Mirá. Este disco tenía un nombre que era Hasta la Tumba. Y la tapa iba a ser mucho más oscura. Tuve muy buenas razones para cambiar todo. De cada cosa importante que me pasó en mi vida en este tiempo, hice una canción. Tres canciones son de amor y son para mi mujer. "Parte de Mí", que es la última del disco, la hice porque cuando conocí a mi mujer vivía a una distancia lejana. La segunda se llama "Hasta la Tumba", es como ese amor visceral, intenso. Hay otra más, "Tu Rey", que es el amor más carnal. Y también pasaron cosas que hicieron que cambien el título. Quería sacarle alguna alusión a la muerte. No quería que me haga recordar nada de los caídos, por ejemplo Luis (Spinetta). Después murió Ceratti, y en el medio mi papá peleándola todo el tiempo. Y la tapa iba a ser una cosa, pero se decidió por esto acuático en parte por una cosa casi caprichosa de querer extender lo que venía haciendo con el agua, eso que hicimos en Península de Valdés. Entonces dije: hagamos una tapa abajo del agua. Y lo hicimos bajo del agua, que es como el útero.

-En la tapa estás en posición fetal. ¿Representa esa próxima vida?
-¡Exactamente! 

-¿Y así te sentís en la música?
En la música y en el amor, todo se renueva. Por cada uno que se va, llega uno nuevo. Perdimos algunos de nuestros próceres del rock, y tal vez sea porque algo está por nacer. Cuando yo pierda a mi viejo, tal vez llegue el momento en que tenga otro hijo.

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-El disco tiene homenaje a varios artistas que te iluminaron...
Concretamente hay cuatro: Piedra y Camino de Atahualpa Yupanqui, en una versión super rockera. Me lo hacía escuchar mi hermana Hebe, que vivió en la casa de Ata cuando estaban en el exilio. El le dio asilo en el altillo de su casa, en los suburbios de París. El tema a Spinetta estaba pensando para escucharlo nosotros; pero quedó tan lindo que decidimos ponerlo. Con Cambalache, de Discépolo, pasó eso también. Después uno de los invitados de este disco es mi hermano Andrés, y él muchas veces graba las canciones que escuchábamos de chiquito. Muchas veces me ha pasado de estar de lo de Andrés y que me pase grabaciones de hace mil, que no salen nunca. El estaba grabando Bésame Mucho. Lo grabó para él, y me guardó el espacio para que yo cante. Así vino a parar al disco, solo que esa versión que hicimos no es la que está en el CD. Me llevé las voces y grabé todo.

-Temas que vos y Andrés jugaban a cantar cuando eran chicos...
Las cuatro versiones del disco son temas que escuchábamos desde chiquito. Son temas que están en la memoria de un país y en la mía. A mí me copa mucho cantar zamba, con mi impronta. Y también me gusta mucho el tango, ya sabés. Después el bolero le pegó más a mi hermano, por eso a Bésame Mucho le puse algo más blusero.

-¿Tango y bolero sonaba en la casa de los Calamaro?
Se escuchaba tango, por mi viejo, bolero por mi vieja; y todo. Por ejemplo mi viejo nos llevó a ver a Santana en su primera visita a la Argentina (en el '73), yo tenía 4 años. Mi viejo era un tipo con los gustos variados, era melómano. Consumía toda música.

-¿Eran músicos?
No, nada que ver. Consumían mucha música y nosotros absorbimos. No ponía folklore, lo de cantar folklore me vino más por mi hermana Hebe. En casa había mucha libertad para la música, sólo para la música y eso era curioso. Para la música, lo que sea. Supongo que me quedó eso de valorar lo bueno y no un estilo. 

-¿Y en el instrumento, fue tu hermana la que influyó en ustedes?
-Mi hermana nos abrió las puertas. Su vida era una lucha por eso fue una las primeras exiliadas de los '70. Y nos enseñó que la música es una forma de lucha. 

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"Quiero que la música me llene a mí, no a la cuenta bancaria"

-Decís que te formaste como artista después de Los Guarros. ¿Por qué?
Desde la primera vez que canté, que fue a los 9 años el tema Garufa, hasta lo que hice con Los Guarros fue como una preparación para después empezar a ser un jugador de toda la cancha. Este es el lugar donde hago todo lo que siempre quise hacer, la diferencia es que además quiero compartirlo. En "Próxima Vida" es donde todo se junta. Cuando era pendejo, en la época de Los Guarros, no podía hacerlo. Separé la banda, y primero que nada me puse como una necesidad hacer lo que quería, sin quedarme con las ganas de nada.

-¿Por eso lo de hoy es lo mejor?
Sí, porque es lo que siempre quise hacer y por ahí alguna vez no me animaba. Sabía que tenía los 
recursos, porque crecí en un ámbito donde ser compositor era importante porque mi viejo estaba todo el día escribiendo ensayos, todo el tiempo generando cosas que salían de su cabeza. Yo no me puse a tocar tango hasta que no pude componerlo. 

-Hoy tenés todas las herramientas para desarrollar lo que sentís...
Para mí la motivación que uno pueda hacer esto para sentirse satisfecho es muy distinto a querer hacerlo para que me vaya bien con la guita. Parte desde un lugar muy íntimo que es la motivación. A dónde quiero llegar. Que la música me llene todo, no que me llene la cuenta bancaria. La música se hizo para sentirse libre, enorme y amplio. Los griegos decían hace más de 2 mil años, que un artista es una entidad que está entre el hombre y los dioses. Es un tipo que recibe un canal desde los dioses que se llama inspiración, eso no tiene un propósito plástico, material. Si no, mezclás algo superior con algo terrenal, que tiene connotaciones sucias, como la guita. No se mata por el arte, se mata por la guita. El arte no se vincula al poder, la guita se vincula. No confundir querer ser un rockstar con ser Hitler.

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Mirá el video de "Hastalatumba" grabado en Península de Valdés.

La experiencia loca de hacer un show en una cápsula bajo el mar 

-Tu hermana Hebe te enseñó que "la música es una forma de lucha", y venís de hacer un show para despertar con sciencia del cuidado del agua. 
Eso tiene que ver con el hecho de apro vechar que uno tiene el micrófono, y puede decir algo. Es una cosa utópica que tiene uno por querer mejorar el mundo a través de distintas formas de solidaridad. Si preservamos las ballenas, preservamos el agua dulce, si preserva mos el agua dulce, al humano y así si gue. Todo está unido. Por eso hicimos lo de Península de Valdés.

-¿Cómo fue la experiencia?
Muy alucinante. Amo bucear, lo hago siempre que puedo y apareció la oportu nidad a raíz de la misma gente que antes había construido la cápsula en el 2008 cuando lo hice por primera vez. Y a nivel sensorial también fue alucinante cantar ahí, sumergido uno 10 metros. 

-¿Cómo llegaste a ser Buzo?

-Por amor por el mundo subacuático. Desde chico me gustó, mis hermanos eran más urbanos que yo. Yo me iba a más de aventura, siempre di ese paso. Hace 23 años que lo hago, es alucinante. El día que buceé por primera vez me rompió la cabeza. Es como ir a otro planeta. Como cuando te imaginás estar en la luna, así flotando. Estar en otro entorno, lleno de vida de otro tipo y uno como visitante, es alucinante.

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-Y volviendo a la música, ¿qué sentís que le falta?

Falta un poco de motivación, igual eso le falta en el mundo. El artista está en lugar de privilegio. Tiene la posibilidad de vivir de algo que está más vinculado al alma y a sentimientos puros. Pero 
nunca contribuyó a eso el show bussi ness. Después todos tenemos que salir a pagar las cuentas y todo eso. Pero pre fiero ser feliz. Lo que estoy haciendo an tes de llegar al público ya me hace sentir 
realizado.

-¿Qué le recomendás al músico?

La música es un universo infinito. No se acaba nunca, y nunca se tiene que acabar la búsqueda ni las ganas de inventar. Sobre todo el hecho de ensancharse haciendo esto. Incorporar cosas, ser mejor y siempre estar igual de bien. Uno crece, o uno envejece. Si vos envejecés, tu música envejece y empieza a empeorarse. Cuando se acaba la motivación, se acaba la búsqueda. Pase lo que pase, lo único que es 100 por ciento bueno es hacerlo, con ganas no alcanza. Y no dedicarse al negocio, sino al arte.

-¿Un sueño con la música?
Quiero seguir buscando. Seguir siendo joven, y no sentirme nada achanchado. Quiero seguir descubriendo cosas...

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DATOS

Javier Calamaro acaba de presentar su octavo material discográfico, "Próxima vida", editado por Popart Discos. En este trabajo, que llevó casi 5 años de producción, hay homenajes especiales a Luis Alberto Spinetta, Atahualpa Yupanqui ("Piedra y Camino"), Discépolo ("Cambalache") y Consuelito Velázquez ("Bésame Mucho").

Además cuenta con la participación de su hermano Andrés Calamaro, Roberto Musso de El Cuarteto de Nos, Fabricio Rodríguez, y el comediante Coco Sily. El trabajo fue producido por el propio Calamaro junto al Indio Márquez y Leandro Chiappe y fue grabado en el estudio que el cantante tiene en Don Torcuato. Mientras que la mezcla estuvo a cargo de Mario Breuer en Buenos Aires, y Juan Sosa en México. 

"Próxima vida" incluye 12 canciones inéditas entre las que figura una versión del clásico "Post Crucifixión" grabada el 8 de febrero de 2012, a 2 horas de la muerte de Luis Alberto Spinetta.






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