A penas dos días pasaron del último adiós a Ricardo Fort y ya comenzaron las polémicas en torno a su muerte. Lejos de lo que se podía pensar en una batalla por la herencia, la familia decidió investigar la muerte del millonario. Ayer su hermano Eduardo pidió a la Clínica Trinidad todos los registros de prácticas médicas que se le practicaron a Ricardo desde su internación hasta el momento de su muerte el lunes por la madrugada.
Desde la Cínica se informó que Fort había fallecido por "un paro cardíaco asociado a una hemorragia digestiva masiva", pero en base al relato de las personas que estuvieron con él mientras estaba internado, más algunas opiniones de profesionales vinculados a la familia, la familia del mediático sospecha de que no se hizo todo lo posible y por eso quieren tener una opinión especializada. La idea es armar una junta médica que analice todos los documentos de la Clínica para saber si los pasos que se siguieron fueron los adecuados. Ayer se refirió a esta decisión Gustavo Martínez, la ex pareja de Fort, quien si bien dijo que estaba de acuerdo, descartó la chance de mala praxis.
"Me parece bárbaro que Eduardo pida una junta médica, pero yo estuve con Ricardo horas antes de su fallecimiento, justo lo dieron vuelta las enfermeras y vi la mancha de sangre que había dejado. La hemorragia existió. No sé las causas, pero médicamente se hizo todo. Silvina Serra (su médica personal) siempre estuvo encima de él, la llamábamos a la madrugada y estaba. No puedo hablar mal de ella", comentó.
Lo cierto es que más allá del relato de Gustavo quien compartió el día a día de la internación, la familia duda y quiere tener la certeza. Por eso aún no cumplieron con el último deseo de Ricardo. El mediático había pedido que lo cremen y que luego sus cenizas sean arrojadas desde el obelisco, pero hasta que no resuelvan este tema, su cuerpo descansará en el cementerio Memorial de Pilar. Fort falleció el lunes y lo que necesitan los familiares es reconstruir esos últimos días que pasó en la Clínica de Palermo. Ayer en Intrusos estuvo Willy, uno de sus custodios y amigo personal, e intentó reconstruir esos días que derivaron en su deceso. "El domingo estuve seis horas conteniéndolo, porque se caía. Ese día le cambian la medicación. Era un tipo muy difícil y la idea era sedarlo para que esa rodilla se quedara quieta.
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