Ayer debutaron Laura Fidalgo y Matías Alé con Sabrina Ravelli. El clima tranquilo se cortó cuando Nacha destrató a Matías y luego se plegaron Soledad Silveyra y Moria. Un ataque injusto.
Nacha encendió la mecha. Y lo que vino fue bochornoso: a Matías Alé lo trataron de "gordo", lo mandaron a "estudiar teatro", lo retaron por "no aprovechar sus oportunidades". A Sabrina Ravelli, Moria le dijo, palabras más, palabras menos, que obtuvo el papel en la obra de teatro que está representando, con malas artes "porque otra se lo merecía más" con el dudoso argumento de que "es lo que se comenta". A todas luces se vio una animosidad injusta hacia el bailarín y su pareja, que acaso sonó a una suerte de "ajusticiamiento" por haber dejado la semana pasada Este es el Show.
Así, un Bailando que había empezado mostrando talento y humor, empezó también a mostrar ese otro costado detestable: el de las peleas insufribles, los pases de factura, y las reconciliaciones inverosímiles. La pareja había entrado feliz, anunciando su boda el 13 de diciembre, y le pidió a Tinelli que oficie "de una especie de wedding planner" que en la práctica significaría que "si nos quedamos cortos en algo te lo pedimos y nos ayudás".
Finalmente llegó la hora del baile, no sin antes prevenirse Sabrina diciendo que "ninguno de los dos somos bailarines". La pareja bailó de modo magnífico y el jurado así no lo entendió. "No se notan tus seis años en la pista, me parece que estás comiendo demasiados canelones en la casa de tu suegra". Sabrina le saltó a la yugular: "El se está cuidando, no está bueno lo que decís". Y Nacha retrucó: "Es lo que yo veo, son las reglas de juego, nosotros aceptamos estar acá y ustedes allí". Y les puso un 5. Allí intervino Solita, quien le reprochó (¿?) a Matías "no aprovechar tantas oportunidades laborales estudiando". Moria prefirió atacar a Sabrina y así el combo "odio" estuvo completo. Con dignidad Alé se defendió y amagó con irse del ciclo diciéndole a Tinelli: "El año pasado estuvimos bien, no necesitamos todo esto". La cosa se compuso a medias con cierta cuota de humor de Polino, quien le dio un 4 a la pareja, algo bueno en su modo de votar.
Casi como una anécdota, pasó por la pista Laura Fidalgo, a quien pese a su solvencia en la pista también la criticaron.
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