Los programas más taquilleros de la televisión vernácula llegan a su final. El primero que se despedirá de la pantalla chica será la ficción 100 Días Para Enamorarse, la historia que está en boca de todos, termina el miércoles 12 y en Telefé le sigue La Voz el domingo 16.
En El Trece el jueves de la próxima semana saldrá el ganador de la decimotercera temporada de Bailando por un Sueño.
Se vienen dos semanas intensas, aunque claramente los tiempos no son los mismos a los de antes.
El televidente no va a estar tan pendiente, pero sí atento a los pasos que se vienen de los tres programas que hoy, sin duda, lideran la pantalla chica y que superan la marca de los dos dígitos.
Salvo por los ganadores de Bailando y La Voz que a último momento puede haber una vuelta de tuerca, como ocurrió la semana pasada en Showmatch con la eliminación de Esmeralda Mitre, quien más aportaba al show mediático. La ficción va por otro carril, si se quiere sin tantas sorpresas porque las historias alrededor de los personajes de Laura Contepomi (Carla Peterson) y Gastón Guevara (Juan Minujín) se van cerrando con el resto del elenco.
En la ficción falta saber qué ocurrirá con el futuro del matrimonio si se concreta el divorcio, tras los 100 días de tregua que se dieron (ya ampliamente cumplidos), o si vuelven al nido para fortalecer una relación sentimental de casi 20 años.
En verdad, en la ficción importa mucho más el camino que tomó cada uno de los personajes que un final que deje con la boca abierta. No hay expectativas por un final impactante o sorpresivo, pero sí un fuerte interés por el modo que se van cerrando las historias.
En Bailando se especula con la posibilidad de la vuelta de Flor Vigna para defender por tercera vez el título, es la bicampeona (2016 con Peter Alfonso y 2017 con Gonzalo Gerber). Aunque este año abandonó en octubre pasado por la exigencia del protagónico en Mi Hermano Es Un Clon (El Trece), pero la semana pasada hizo una participación especial en la ronda de folklore y como su enfrentamiento con la jurado Laurita Fernández rinde al ser la novia de Nicolás Cabré, el galán de Mi Hermano... Si vuelve, además, podría quebrar la racha de los bicampeones para consagrarse por tercera vez consecutiva ganadora del certamen.
Se sabe que en la pista de Marcelo Tinelli todo puede pasar y ésta no es más que una especulación. Todo lo que rinde, se sabe, Tinelli no lo dejaría pasar. Un dato que tampoco pasa por alto es que este año el papel del jurado Angel De Brito opacó al resto incluso al mismo Tinelli a la hora de prender la chispa para la riña mediática y su alimentación: “Las amenazas de renuncias (por Sol Pérez y Cinthia Fernández) y los supuestos complots del jurado, lo único que muestran es la debilidad de los participantes. Por eso, los pendejos (por Julián Serrano y Sofía Morandi) son favoritos. Escuchan, rectifican y van a disfrutar. Y cuando tienen que confrontar lo hacen”, fue el tuit de De Brito la semana pasada. Como nunca Tinelli estuvo tan al molde de la pista a diferencia de otros años. De Showmatch ya no se habla del despliegue de producción.
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Una vez más, Tinelli demostró que durante trece temporadas sube un escalafón. No es una novedad para Bailando por un Sueño que en materia de producción es impecable, no escatima gastos ni siquiera en épocas de vacas flacas en la televisión para un show diario de estas características. Este año le salió una competencia inesperada, la segunda temporada de La Voz (Telefé) con la conducción de Marley.
La primera temporada de La Voz en el año 2012 también en Telefé tuvo su repercusión, pero seis años después con la renovación de la mitad del jurado (se repiten Soledad Pastorutti y Axel) sorprendió por dos motivos: la calidad e impresionante despliegue de producción para un ciclo diario y el casting de los participantes.
El reality de música rompió con la racha dominguera, en 2012 se emitía dos veces por semanas a las 21.30 pero la gran noche de la gala era el domingo. Este año se potenció la tira diaria y, por excepción, la gran final es el domingo 16.
Es más, en función del rating del año 2012 no podía ganarle a la primera temporada de Periodismo Para Todos (El Trece, los domingos a las 22). Lanata no bajaba de los 20 puntos y La Voz tenía un tope de 17 puntos. Quizás fue por ello que el reality esperó un tiempo para largar con la segunda temporada. Se esperaba más de rating y de su contenido a juzgar por los ojos de hoy.
El primero de octubre de este año se llamó “el superlunes” por el debut de La Voz a las 21.30 y se corría a las 22.30 a la ficción más exitosa, 100 Días... y El Trece salía a la cancha con la telecomedia Mi Hermano Es un Clon con Nicolás Cabré a la cabeza. En la jugada, el canal de Constitución quedó rezagado y Tinelli la tuvo que remar solo con piso de 9 puntos que le deja la ficción.
El golpe más fuerte lo recibió Tinelli que con el combo de la noche de Telefé: La Voz, 100 Días... y la tira turca Todo por mi Hija lo desplazó por primera vez en los 29 años de Tinelli al cuarto puesto de las mediciones.
La Voz es la gran sorpresa del año en la televisión vernácula con una promedio que no baja de los 17 puntos. 100 Días.... bajó un poco la performance (entró en un amesetamiento), de los 17 de su estreno el 7 de mayo pasado a los 13 0 14 puntos y Tinelli a los 13 puntos.
Se ubica tercero y alterna a veces el segundo puesto porque desde hace un mes y medio terminó la tira turca. En las instancias finales, Tinelli como arte de magia repuntó y hasta el 20 de diciembre, noche de la gran final, genera expectativa en la audiencia en uno de los años más difíciles del conductor y en su temporada más corta al aire, apenas cuatro meses. Arrancó el 3 de septiembre pasado con 22 puntos.
Dos realitys y una ficción acapararon la atención del espectador de la pantalla de aire con dos dígitos de rating. Hoy un milagro en la televisión. Desde el año 2012 con Graduados (Telefé) que una ficción no suscitaba expectativas en la audiencia.
Otra vez el canal y la misma productora, Underground de Sebastián Ortega, supo amalgamar los temas de gran actualidad en la pantalla chica y sobre todo los temas más tabúes lo abordaron el elenco joven (Maite Lanata como Juana, Franco Rizzaro como Rodrigo y Malena Narvay como Emma) quienes debieron tranistar en la elección sexual, Juana (Lanata) eligió ser “trans”, el aborto en la adolescencia, el bullyng en el colegio secundario, alcohol, drogas, violencia de género hasta el apoyo de los chicos a la Marcha del Orgullo Gay.
En una amalgama de temas relacionados con el elenco grande como el divorcio, la pelea por la aprobación de una ley a favor del aborto y la homosexualidad que resultaron muy conmovedores para la audiencia.
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