Mientras explota su rol de chica sexy e influencer política, Luciana Salazar se metió en la polémica con Romina Malaspina, la ex Gran Hermano y conductora de Canal 26 que en los últimos días apareció en el programa que conduce luciendo un top muy sugerente. En ese sentido, la flamante incorporación de "Polémica en el Bar" criticó duramente la postura de la mediática.
En diálogo con Radio Del Plata la blonda manifestó: "somos muchas chicas las que estamos luchando para que entiendan que ser sexy no impide que una pueda hablar y tener pensamientos o que pueda mostrar lo que sabe" y explicó que en su caso en concreto tiene "información pero también me gusta hablar, dar mi opinión, mi reflexión. Y me gusta esta dualidad de ser las dos cosas, pero también quiero que me miren no solo por cómo me visto o por mis curvas, sino que vean que, más allá de que puedo ser una mujer sexy, también puedo pensar. Quizás mis comentarios le sirven a mucha gente porque se sienten identificados".
"Lo de esta chica Malaspina me parece que en ese caso no es una cuestión de la ropa. Ella es dueña de ponerse lo que quiere y me parece perfecto que todos aprendamos que a uno no hay que juzgarlo por cómo se viste o por estar o no sexy", indicó y aclaró que "tal vez ella, en ese momento, no estaba preparada para comunicar lo que tenía que comunicar, que era el tema del Merval y ella lo confundió con la Bolsa de Wall Street. Ahí es donde los hombres se empiezan a reír de nosotras y eso es lo que no me gusta. A mí lo que me gusta es que podamos demostrar que somos sexys pero que también hay preparación. Ahí es donde nos diferenciamos y a los hombres los dejamos con la boca cerrada".
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Por otro lado, Luciana estuvo presente en PH, Podemos Hablar en donde hizo algunas revelaciones sexuales y aseguró que la "erotiza" viajar en avión. "Me pongo muy cariñosa, muy melosa en los vuelos. Me gustan los vuelos, me erotizan", afirmó y recordó una anécdota con un hombre misterioso.
"La cuestión es que en uno íbamos de Francia a Inglaterra. Yo soy muy efusiva y empezamos a chapar de lo lindo. Íbamos en el primer asiento e iba una persona en el asiento de atrás que creo que era un inglés. Estábamos súper efusivos y yo estaba tremenda", señaló entre risas y concluyó: "yo tenía ganas de chapar y el de atrás se reenojó y nos golpeó el asiento. Nos dijo de todo en inglés y nos mandó a la miércoles. Nos dijo que éramos unos desubicados y nosotros nos dimos vuelta como diciéndole dale, flaco, tampoco estábamos haciendo el amor".
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