Por su propia admisión, el actor Mark Wahlberg pasó de ser un delincuente callejero en la cárcel de Boston, a respetado actor en menos de una década, llamando la atención primero como rapero y modelo de ropa interior.
Recibió sus primeros elogios por su rol estelar como el ambicioso astro de la pornografía Dirk Digler en Juegos de Placer (1997) y, demostrando que no había realizado una gran actuación de casualidad, pasó a consagrarse con trabajos memorables en Tres Reyes (1999), Cuatro Hermanos (2005) e Infiltrados (2006), por la cual recibió una nominación para el Oscar al Mejor Actor de Reparto.
Wahlberg también se destacó como co-creador y productor ejecutivo de la serie cómica Entourage, que se sigue transmitiendo por HBO desde 2004, que está basada vagamente en su vida como un joven astro, que de pronto se encuentra con mucho dinero, poder y mujeres.
Mientras disfrutaba la crítica positiva de su serie, Wahlberg avanzó a roles más adultos, interpretando a un fusilero de mala gana de la Marina estadounidense en Tirador (2007), y a la de un dolorido padre por la trágica muerte de su hija en Desde mi Cielo (2009).
Para el tiempo que el hizo el rol del verdadero y perdidoso boxeador Mickey Ward en El Ganador (2010), ganador de una nominación al Golden Globe al Mejor Actor, Wahlberg ya estaba considerado como uno los artistas mas versátiles de Hollywood.
Dos veces entrevistado por DIARIO POPULAR en los últimos tres años, el estreno de Pain & Gain (Dolor y Dinero) motivó esta nueva entrevista que se realizó en Miami, Florida.
La película relata la verdadera historia respecto a un grupo de fisicoculturistas abusadores en el consumo de esteroides que hicieron una campaña de secuestros, extorsiones y asesinatos en Florida.
¿Podría hablar sobre cuánta libertad artística le dio el director Michael Bay en esta película?
-Mucha. En realidad me permitió hacer lo que yo pensé que era ese personaje. Nunca tuve la oportunidad de conocer a la persona real que interpreté, pero como había muchísima información disponible pude crear a este tipo cómo fue y describir las distintas facetas que tenía. Su historia fue muy violenta. El mundo de los fisicoculturistas en Miami es muy violento y esos personajes son verdaderos locos, y yo traté de hacerlo en lo posible, un tanto pintoresco.
Subió mucho de peso para hacer su personaje. ¿Fue difícil?
-Para mi película anterior terminé pesando 165 libras (75 kilos) y subo a 212 libras (96 kilos), y eso significó muchos ejercicios, levantamiento de pesas, comer doce veces al día, y tomar muchos batidos de proteínas. Mientras desarrollaba mi propia línea de suplementos, al mismo tiempo estábamos listos para filmar la película, así que estaba probando todas estas fórmulas que los científicos me mandaban y luego tuve que bajar 30 libras (13 kilos y medio) en 30 días para filmar Two Guns con Denzel Washington. Después de esa película a las dos semanas comencé a filmar S.E.A.L. y luego entrenarme para el rodaje de Lone Survivor, así que estuve muy ocupado el año pasado. Esa es probablemente la razón por la cual me estoy cayendo a pedazos (risas).
Cuando se mira en el espejo, ¿qué es lo que le gusta más?
-Ya paré de mirarme en el espejo hace mucho tiempo (risas). Con 42 años y cuatro hijos no hay nada que dejar o preocuparse, y luego estando al lado de Dwayne, que es un gigante al lado mío (risas), ¡olvídenlo!
Me gustaría que hablara, en forma figurada, sobre la amistad de usted con el director Michael Bay. Usted ha filmado con él dos películas, una detrás de la otra. ¿Ese hecho lo complementa a usted? ¿Es lo mismo lo que Robert De Niro y Martin Scorsese tienen?
-Le digo como aspirante a director que no hay nadie mejor con quien trabajar, ser dirigido y ser enseñado que Michael. Para mí no hay nadie con más conocimientos que sobre hacer una película. Tenemos el mismo tipo de ética al trabajar. Me gusta su actitud de no al absurdo. A él no le gusta perder el tiempo. A mí no me gusta quedarme sentado en mi tráiler. Juntos colaboramos muy bien. Me dejo agregar muchas cosas a mi personaje. Nos reimos mucho de nuestras ocurrencias. La pasamos muy bien y cuando me preguntó si quería hacer otra película bajo su dirección, le contesté con un rotundo sí. Michael enseguida me relató su proyecto de este film (Pain & Gain). Fue para mí una gran experiencia. Estoy sintiendo que estoy cerca a dirigir mi primer película.
¿Así que nunca estuvieron en desacuerdo?
-No, aunque pasó una única situación: quería que yo vistiera la condenada ropa interior Calvin Klein.
¿Había alguna otra opción?
-No hubo opción alguna. No quería aparecer como un pusilánime (risas). Insistió diciendo que en la época de la década del 90 era muy popular la ropa interior de Calvin Klein. Le dije OK, lo hice y él fue muy feliz (risas) y eso fue todo.
¿Los cambios en su cuerpo tienen un límite? ¿Puede construir un gran astro y tener un gran físico?
-Sí, seguro que sí. Es fácil a mi edad (risas). Es mucho mas fácil salirse de línea que adelgazar para estar en línea. Pero lo mejor de todo es estar activo. Si usted come bien y se ejercita todos los días, puede hacer lo que se le venga en gana, y puede tener su día permitido y disfrutarlo de la forma que usted quiera como ser tomando un par de cervezas.
¿Podría llegar a ser ese tipo si no hubiera estado encarcelado? ¿Puede ser que la cárcel lo haya salvado?
-Absolutamente. Esa experiencia para mí fue traumática y no quise volver jamás allá. Pienso que si eso le hubiera pasado a Danny Lugo (la persona que Wahlberg representó en la película) también podría haber pensado lo mismo, ya que él fue bien educado, ya que tuvo oportunidades decentes pero usted ya sabe lo que le pasó, ya que a esa altura de su vida no hay retorno, porque tal vez no hubiera tratado de matar, lo hubiera dejado ir. Pensaba que no había nada en contra de él y que iba a salir en libertad.
¿Conoció a Danny Lugo?
-No tuve la oportunidad de conocerlo. He estado interesado en hablar con él y preguntarle qué era lo que sentía con mi interpretación.
¿Sabe cómo está Danny?
-No sé nada. Puede ser que esté en Death Row (celda en la prisión donde permanecen los condenados a muerte), pero no hubiera ido a verlo si me lo hubieran permitido.
"En Hollywood hay que ser inteligente: ahora nada de excesos"
¿En qué gastó cuando recibió su primer cheque?
-El primer cheque de consideración que recibí fue de 100 mil dólares por grabaciones. Lo tomé en mi mano y de inmediato me fui a una agencia de Mercedes Benz (risas) y compré un auto, pero no tenía suficiente dinero para registrarlo y asegurarlo (risas). Por supuesto después, manejando en mi vieja vecindad en donde todavía vivía me convertí en un objetivo. Todos estaban enojados y celosos y rayaron la carrocería del auto y dañaron la capota de mi convertible. Era un Mercedes SL300 pero que tenía un motor de 500 en vez de 300 (risas). Fue una pesadilla. Todo eso pasó en 1991 o 1992. A quien se lo vendí, todavía lo tiene con las rayaduras.
Hollywood tienta a una vida de lujos y apariencias. ¿Cómo se maneja usted frente a todo esto que trae aparejado el estrellato? ¿Se ha sentido tentado alguna vez?
-Obviamente cuando no tenía nada y vi a gente que tenía lo que yo quería, hice cualquier cosa. Salía e intentaba tenerlo, pero me di cuenta de que para tener lo que quería debía ganarlo trabajando duro y ahora me doy cuenta qué es lo importante. Sólo quiero asegurarme de que puedo proveer para mi familia y su futuro. El asunto con este trabajo es que uno recibe muy buen pago pero no dura para siempre, y no hay garantía y puede terminarse en un futuro próximo. Y hay que ser inteligente. Ahora nada de excesos. Quiero tener una hermosa casa, asegurarme que mis chicos tengan una buena educación y sentirnos confortables.
Mark Wahlberg nació el 5 de junio de 1971 en Dorchester, Massachusetts, USA.