Espectáculos
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Es el hijo de Pablo Granados, pero ya logró su propia identidad en los medios. Dice que aún no asimila ser famoso.
Migue Granados fue sin dudas una de las grandes revelaciones en el humor televisivo. El 2014 marcó no solo su crecimiento dentro de Peligro Sin Codificar, sino que lo afianzó como una pieza más de un engranaje que marcha a la perfección. Se sacó de encima el peso de ser el hijo de Pablo Granados y les demostró a todos que no solo tiene talento para ser el productor del programa, sino que sus personajes están en el corazón de los seguidores de Peligro y su carrera parece recién empezar...
Si bien venís de una familia donde hay un famoso ¿Te acostumbras a la fama o te cuesta?
Este año vas a hacer tu primera temporada en Carlos Paz y encima a competir con tu viejo. ¿Es complicado eso?
¿Es cierto ese mito de que cuando uno aparece en tele es más fácil salir con mujeres?
-No, eso jamás. Ni siquiera yo pensaba estar en el lugar que estoy, imaginate que mucho menos puedo planear lo que viene. Yo disfruto del momento, me divierto y trabajo, que es lo importante. Ojalá en Córdoba podamos darle a la gente la misma química que encuentran en el programa. Si logramos eso yo ya estoy hecho, no me planteo objetivos demasiado ambiciosos. Las cosas llegan cuando uno las hace con pasión y Peligro es una muestra clara de eso
-Yo viví junto a mi viejo la época de mayor exposición de él cuando estaba con Tinelli. Era no poder salir a la calle. Hoy a mi la gente me reconoce, pero es otra la manera. Me da cierta vergüenza, sobre todo cuando te para una señora por una foto o un autógrafo. Porque antes lo paraban a mi viejo y yo miraba y ahora soy yo al que conocen. El cariño de la gente es hermoso.
-Para nada. Mi viejo va a hacer una obra muy diferente a lo que proponemos nosotros (NdeR: Pablo estará en Bañeros). Nuestra propuesta es única: porque no vamos a competir, sino a pasarla bien, divertirnos y darle a la gente nuestro humor. El que ven todos los domingos. Obvio que si entra un peso mejor, pero vamos en plan de amigo a pasarla bien.
Tus personajes pegaron muy bien entre los chicos. Pero también tenés la banda Natalia, Natalia. ¿Con qué te quedás?-La verdad es que a mi lo que me gusta es la música. Esto de estar en la tele se dio de casualidad. Yo estaba en la producción de Peligro y esta banda de locos de a poco me empezaron a meter en cámara. Me solté, empecé a hacer cosas que me gustaban y me quedé. Pero no me siento todavía hombre de tele, es más, muchas veces mis compañeros me tiene que frenar porque no tengo filtros. Me pasó varias veces que digo cosas que no está bien decirlas y después ellos me lo marcan. Mi pasión es la música y en Peligro logré juntar las dos cosas.
-Yo siempre fui el "gordito" de la clase. Es cierto que ahora a uno le pasan cosas que seguramente antes no me pasaban. Pero por ahí tiene que ver con otras circunstancias, bah, en realidad no me lo pregunto, lo disfruto y listo (risas).
¿Te ponés a pensar hacia donde va tu carrera después de un año tan fuerte?-No, eso jamás. Ni siquiera yo pensaba estar en el lugar que estoy, imaginate que mucho menos puedo planear lo que viene. Yo disfruto del momento, me divierto y trabajo, que es lo importante. Ojalá en Córdoba podamos darle a la gente la misma química que encuentran en el programa. Si logramos eso yo ya estoy hecho, no me planteo objetivos demasiado ambiciosos. Las cosas llegan cuando uno las hace con pasión y Peligro es una muestra clara de eso