¿Al hombre se lo conquista por el estómago?
-Todo lo que es viejo, todos los mitos o cercano a eso de algún lugar salen. Una mujer o un hombre que sabe cocinar garpa, muchas veces más que llevar a comer afuera.
¿Cómo se alimenta sanamente a un bebé?
-Fácil y no necesitás saber cocinar. Estoy terminando el libro de recetas de niños y muchas veces me encuentro con que las recetas ocupan dos renglones. Es simple: método y disciplina. Si te ocupás, el nene come bien y cualquier cosa. Se que hay gente que le cuesta comprar los alimentos pero siempre hay que apostar a la novedad, darle cosas nuevas todo el tiempo aunque tengas un presupuesto modesto.
En los últimos años se puso de moda la comida naturista, ¿El argentino come bien?
-Que esté de moda significa que algunos lo hacen y muchos, hacen que lo hacen. Para saber como se come hay que ver como se come en el interior, en el gran Buenos Aires y como come la masa. Ahí sacás una conclusión importante.
¿Cuál?
-¡La masa no come bien! Come hidratos, carne cada vez que puede, toma gaseosa y casi no come verdura. Está bien que tomes gaseosa siempre que sea de vez en cuando y como un postre, no como una bebida. Hay que acostumbrarse a saber que si tenés niños de noche en esos horarios no tienen el mejor humor y, por lo tanto, lo mejor sería hacer la comida familiar a la mañana, en el desayuno, donde se incluyan las proteínas. A veces, Leia come milanesas a la mañana porque el cuerpo le pide eso para seguir el día, con el plus de saber que todo lo que ingieras lo vas a quemar.
Una ventaja importante
-No podés acostumbrar a un chico a tomar bebida e hidratos a la mañana. Somos animales de costumbre y, valga la redundancia, nos podemos acostumbrar a cualquier cosa, sabiendo que es más importante lo que comés a la mañana que lo de la noche. Si no se comen verduras y legumbres, no avanzás un casillero, esa es la realidad concreta.
La veo a Leia, tu hija de dos años corretear por todos lados y me pregunto: ¿Cómo es tu relación con ella?
-Leía viene conmigo a todos lados porque trabajo mucho y trato de verla en los momentitos que puedo. Me gusta que me vea trabajar, creo que con el correr de los años va a ser una muy buena enseñanza para ella. Entiende perfecto que cuando puedo estar el camarín nos divertimos juntas y que cuando me toca grabar, mamá se va al piso de abajo y se queda esperándome. No va al jardín, solo a un club de juego donde voy con ella. Cuando se queda sin mí es porque yo voy a una reunión y vuelvo en un ratito.
¿Te gustaría ser mamá por segunda vez?
-A veces si y, a veces, no.
¿Cómo sería eso?
-Tengo cuarenta, mucho más no puedo esperar si quiero concretar la llegada de un nuevo hijo. Pero, por otro lado, me gusta que seamos tres, Leia, el papá y yo porque subís, bajás, te vas de vacaciones, te tomás un avión y todo es fácil. El tres es un número equilibrado, si no se ocupa el papá, me ocupo yo de la nena, nos vamos repartiendo a la perfección. Así las cosas están más ordenadas, más organizadas. Pero la realidad es que hay algo en la necesidad que tenemos los humanos de la procreación, de ser más para sostener la raza, que es primitivo pero hay que pensarlo bien antes de traer pibes al mundo a lo pavote. No me importa la parejita, la verdad es que yo no tengo esa cosa de familia ideal aunque, muchas veces, pienso en que sería lindo que la nena tenga un hermanito ¿no? i
"Me siento muy cómoda haciendo televisión en el cable"
"Trabajando me reconozco obsesiva. Lo bueno es que lo puedo canalizar de manera productiva, lo llevo para el lado de proponer ideas y pedir cosas, algo que me hace sentir más cómoda. Si bien siempre trabajé sola delante de cámara, la química con Mariano Peluffo fue en un segundo, no hubo ningún tipo de problema para complementarnos. Lo vi trabajar varias veces, sé que es un conductor nato, sabe en que momentos hacer un silencio y en cuál no", cuenta Narda.
Alguna vez te ofrecieron ir a TV abierta ¿Por qué no aceptaste?
Hoy tiene más prestigio el cable que el aire pero para llegar a la gente tenés que trabajar mucho. La tele abierta es enorme, tiene una cantidad de público impresionante y llegás a ellos de un día para el otro. Pero para el cerebro del que está en pantalla es más sano el cable porque te vas haciendo conocido de a poco, es un camino el que hacés hasta que la gente te identifica. En cambio, estando en tele abierta la fama te viene como un cachetazo.
Algunas veces me llamaron para el pase, pero sabía que iba a decir que no de entrada. El tema principal es que tenés que vender cosas y yo no vendería nada que no compraría. Estoy cómoda en donde estoy, lo cual no significa que, eventualmente, también me pueda sentir así en algún producto en aire. No descarto la posibilidad de aceptar alguna propuesta en algún momento.
¿Miedo a la exposición?
No le temo porque sé que es algo que uno le da un puntapié inicial, consciente o no. Cuando tuviste tiempo de ver más o menos bien como se juega, algunas armas tenés. Estoy en la pantalla hace trece años, no paré ni cuando quedé embarazada, es un montón de tiempo y algo aprendí no sólo de la realidad delante de las cámaras sino afuera, también. La gente me conoce, los nenes me saludan y está todo bien porque fue paulatino.