Después de las fuertes tormentas a veces sale el sol. Moria Casán, como diría Riquelme, "está feliz". Porque se convertirá por segunda vez en abuela. Su hija Sofía está embarazada y espera a su segundo hijo con su pareja, el músico Julián Della Paolera.
Ella ya es madre de Helena, a quien Moria lleva a todas partes, incluso a las giras de teatro. Todo indica que la pareja hará el anuncio público cuando se curse el tercer mes de embarazo.
A fines del año pasado madre e hija se trenzaron en los medios. Moria no soportó las llegadas tardes de su hija a las grabaciones de Malas Muchachas en la señal de cable C5N y no dudó en retarla públicamente.
Sofía, fiel a su estilo de irreverente y desafiante, le subió el tono y no se presentó a las grabaciones. Muy enojada la misma madre pidió a las autoridades que echaran a su hija.
De ahí en más se destaparon unas cuantas ollas más, como la adicción a las drogas por parte de la heredera de la diva. Moria, ya como madre desesperada, pidió ayuda para su hija.
Semanas atrás, Sofía en Duro de Domar había mostrado otra cara muy distinta a la del año pasado y era el rostro de una persona en tren de sana recuperación. "Dejé las drogas por un tema de salud mental y emocional. La verdad es que ya no me podía manejar bien. Hace tres meses que no tomo alcohol ni drogas. Lo siento como una decisión de vida".
También en ese espacio televisivo se dio el gusto de soñar: "Estamos muy bien y felices con las nenas (su pareja es padre de una niña fruto de otra relación). Hablamos de tener un hijo común, pero por ahora estamos los dos trabajando. Aunque por ahí, en algún momento suceda".
Pero esta vez, Moria quiere hacer bien los deberes y esperar para confirmar la buena nueva hasta que su hija no haga público su embarazo. La madre sabe que su hija detesta que las cuestiones íntimas se diriman en los medios de comunicación.
Sofía cultiva un perfil muy distinto al de su madre, quien es muy verborrágica. En el círculo íntimo se comenta que a Helenita le vendría bien tener un hermanito varón.