La Griega estuvo en el piso de Intrusos con un vestido transparente y sus pechos tapados sólo por dos pequeños corazones. La responsable de contenidos del canal bajó para retarla y pedirle que se tape

Vicky Xipolitakis volvió con todo. Después del escándalo en el que se metió en la cabina de un vuelo de Austral, la vedette regresó a los medios y en una charla con Intrusos aseguró que esa historia le hizo cambiar muchas cosas en su vida. Claro que por lo que se vio en pantalla, lo que no cambió es su sentido de la ubicación...

La Griega llegó al programa apenas pasadas las dos y media de la tarde. Apareció en el piso tapada por un largo saco que decidió sacarse cuando empezó la nota. Debajo tenía un vestido totalmente transparente que dejaba ver sus pechos, y lo único que cubría sus pezones eran dos pequeños corazones dorados. El resto...nada. Enseguida bajó la gerente de programación de América, Liliana Parodi, y ordenó que se tapase.

"Me dicen por la cucaracha, la responsable de la programación de América que te tapes. Vicky, quieren que te pongas el saco", le dijo Adrián Pallares a la invitada, quien no tuvo otra alternativa que continuar la nota bien tapada.

A la hora de la charla, la Griega remarcó una y otra vez que estaba cambiando su imagen, que quería dedicarse de lleno a la comedia y poder hacer reír a la gente. En cuanto a las consecuencias que tuvo que sufrir por el escándalo de Austral, Vicky contó que lo peor llegó del lado de su familia y más precisamente por parte de su hermana. "En mi casa me dijeron que ensucié el apellido, no mi papá, pero lo dijeron. Para cuidarlos a ellos opté por abrirme un poquito y bajar el perfil... Mi hermana me lo dijo, quería que me cambie el apellido. Lo entiendo, es un papelón lo que se estaba diciendo. Ella es perfil bajo, no quiere quilombos, quedó un poco pegada, salió a poner el pecho. Todo lo que yo hago le da vergüenza. Pensé en cambiarlo, estaba buscando... Se me ocurrió Vicky Mouse", dijo entre risas.

A la hora de hablar de sus padres, la Griega defendió con uñas y dientes que ellos la consientan en todo como si se tratase de una adolescente. "Mamá es un ángel, mamá es todo, no tiene maldad, es puro corazón. Papá me cuida pero es más duro, a veces se enojaba y no me hablaba. Soy la debilidad de casa y Stefy es una leona. De mi mamá saqué la bondad y la sensibilidad, de mi papá la inteligencia y la fuerza. Fue una guerra mi casa, hoy necesito mi espacio, me quiero ir. Me crían como una niña permanentemente, me vivo riendo, para mí está todo siempre bien", contó.


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