Fue en un amistoso benéfico ante el combinado alemán Weisweiler Elf. El partido lo organizó el Papa Francisco
El Papa Francisco es futbolero. Y, desde su llegada a Roma, empezó a instalar el fútbol como un método de inclusión social. Mandó a la Selección del Vaticano a disputar un amistoso benéfico a Alemania, ante el Weisweiler Elf.
El conjunto germano, que es una equipo que nuclea jugadores aficionados activos, fue demasiado para el improvisado combinado del Vaticano: ganó 8-1.
Unas 10.000 personas asistieron al encuentro promovido por el Papa Francisco y cuyo objetivo era reunir fondos para familias carenciadas y niños afectados por graves enfermedades.
comentar