F ue uno de los pocos que tuvo el privilegio de haber jugado aquel partido inaugural de los choques por Copa Libertadores entre Boca y River, en el ya lejano 10 de febrero de 1966.
En el bar ‘El Socorro’ de Suipacha y Juncal, desde hace 25 años Alfredo Hugo Rojas se siente como en su casa. ‘Ustedes vienen a la mesa del Tanque?rdquo;, nos preguntan.
Y allí, el ex delantero de xeneize, demostrando una memoria prodigiosa para sus 81 años, recuerda todo aquello. Es de la generación de futbolistas de antes, de los que mantienen una buena relación con aquellos jugadores que lucieron la camiseta del clásico rival. Se refiere al recordado José Manuel Ramos Delgado casi como un hermano y asegura que ‘Tito’ Onega es un amigo. No va a ir a la cancha, a pesar de que lo hace todas las veces que Boca juega de local. Da cuente de un fútbol que es imposible volver a reeditar: “Cuando Lanús me vendió a España yo fui a Ezeiza en colectivo”, recuerda don Alfredo.’
-¿Sintió algo especial en aquel partido que inauguró los duelos coperos entre Boca y River?
-Por supuesto. Ser nueve de Boca fue algo especial. Perdimos aquel partido, pero después ganamos la revancha y llegamos a las instancias finales, en donde perdimos con Independiente un partido polémico en la cancha de River en donde se decía que ellos tenían un jugador mal anotado.
Boca ya tiene a sus 11 esperanzas para el primer Superclásico del Siglo
.¿Cómo ve esta final que se viene?
-Ahora la Copa es un poco distinta, porque antes había jugadores que estaban diez años o más en los clubes y hoy eso no pasa y es una gran responsabilidad para los pibes. A mi me hubiese gustado que este partido le tocara a un Amadeo Carrizo, a un Antonio Roma o un Angel Labruna o un Antonio Rattín. Hay que ver ese día como están las figuras. A algunos les puede pesar la responsabilidad. Hay un país entero que está pendiente de ellos y los estómagos de los jugadores no son todos iguales. Es la primera vez que se da esto y los que la jueguen van a quedar en la historia. La incertidumbre es grande, no lo podés evaluar.
-¿Cuál cree que va a ser la clave?
-A Boca lo voy a ver todos los partidos de local y a River en flashes. Hay que ver como se paran los dos Quien maneje bien la defensa va a tener más posibilidades. Una delantera puede hacer tres goles pero si a la defensa le hacen dos goles, eso quiere decir que algo no anda bien. Yo soy hincha de las defensas. Creo que va a ser un partido de mucho nervio. A mi me gustaría que las figuras de Boca anden bien, Que Benedetto y Gago estén bien eso es importantísimo. Pero vienen de dos lesiones grandes.
Cumbre por la final entre Boca y River, con un mensaje de paz y disfrute
-Usted es el autor de la frase ‘en la cancha de Boca no se ve el cielo. ¿Cree que habrá más presión para River en la Bombonera que para Boca en el Monumental?
-La Bombonera es difícil para el rival. No tiene techo, pero como las tribunas están muy juntas no se ve el cielo, ves la pared. Una vez pasó que un jugador de Belgrano de Córdoba se cayó y no sabía para dónde ir. Cuando te caes, la cancha te da vueltas. Hubo muchos que fracasaron por el estadio, teniendo buenas condiciones.
-¿Por qué cree que habiendo jugado en los dos equipo está más identificado con Boca?
A mi me repatria del Betis de Sevilla don Antonio Liberti, para jugar en River, pero fue solo un año. En Boca fueron cuatro años y medio de la mano de un gran entrenador como Adolfo Pedernera y un gran presidente como Alberto J. Armando. Tenía una gran responsabilidad, reemplazar a Valentín. En el debut, contra Ferro, me tocó patear un penal a los cinco minutos. Paulo los hacía de espaldas. Yo me acordé que don Adolfo me decía que los penales los pateara fuerte y al medio. Me acordé. ;Por suerte lo hice. Marrapodi se había tirado a la misma punta que yo pensaba parear. Si lo erraba, me hubiese jubilado de ferroviario. Por suerte la gente terminó cantando ‘antes teníamos al Paulo brasilero, ahora tenemos al tanque don Alfredo’.