Fue el pase record de la historia del club, quizá equiparable a aquella contratación de Julio Ricardo Villa a fines de los setenta. Pero tuvo poquita acción y todos se preguntan qué pasa con el colombiano.

Andrés Felipe Ibargüen García, delantero, 25 años. 1,68 metros de altura, 68 kilos... “Refuerzo estrella” y “pase record de Racing”, según los títulos de la prensa cuando en este mercado de pases la Academia sorprendió con la incorporación del futbolista que fue campeón de la Libertadores el año pasado con el Atlético Nacional de Medellín.

Unos cuatro millones de dólares por el 80 por ciento del pase pagaron por él, una fortuna quizá equiparable a los muchos millones de pesos “moneda nacional” de aquél tiempo que el mismo club de Avellaneda desembolsó en 1977 para comprar el pase de Julio Ricardo Villa, el barbado número 10 que vino de Atlético Tucumán y un año después fue campeón Mundial con la Selección Argentina.

Sin embargo, un mes y algunos días después de su contratación, Ibargüen brilla por su ausencia en el equipo titular de Racing, aunque Diego Cocca le dio unos minutos de acción en el reciente partido ante Olimpo que marcó la traumática eliminación de la Academia de la Copa Argentina.

Mientras todo el mundo Racing ya se pregunta “si metimos la gamba” con su contratación, Andrés Ibargüen por el momento solo fue noticia por el reto que le pegó un compañero en una práctica y lo hizo llorar al colombiano.

Fue el defensor paraguayo Juan Patiño, otra de los refuerzos que por ahora han tenido poca acción, quien le reprochó a Ibargüen delante de todo el grupo y alguna cámara de TV “¡Marcá! ¿Qué es lo que hacés parado ahí? ¡Marcá!”, reto que dejó visiblemente angustiado al delantero.

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Cuando empezó la Superliga la ausencia de Andrés Ibargüen en la convocatoria para el choque frente a San Lorenzo fue justificada en que “le falta adaptación” al fútbol argentino. Antes Racing había arrancado la temporada con el partido ante Mitre de Santiago del Estero y el técnico Diego Cocca había justificado así la situación: “Ibargüen es una incorporación importante pero lo vamos a llevar de a poco”.

Finalmente, el viernes pasado, en el fatídico partido ante Olimpo en cancha de Banfield, que marcó la eliminación de la Academia en la Copa Argentina, el colombiano Andrés Ibargüen ocupó un lugar en el banco de suplentes y el técnico Diego Cocca lo mandó a jugar los últimos diez minutos, cuando Racing perdía 3-2.

Poco pudo hacer el colombiano más allá de su entusiasmo por debutar, pero bastó que su figura apareciera en acción en un partido oficial para que se renovaran las preguntas y cuestionamientos sobre su millonaria contratación.

“Vine a Racing a escribir mi propia historia”, expresó cuando llegó a la Academia. Veremos qué tipo de historia, rutilante o decepcionante, escribirá Ibargüen.

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