Atlético Tucumán dio el golpe, mandó a la lona al entusiasta Vélez y clasificó a la semifinales de la Copa Argentina, donde se cruzará con Rosario Central. A pura emoción, casi con tinte heroico: con un jugador menos durante la última media hora (por expulsión de Cabral) y un Lucchetti que se atajó todo menos el penal que tiró afuera el Monito Vargas cuando estaban cero a cero.,
En la etapa inicial fue Vélez el equipo que generó las mejores situaciones, porque con el correr de los minutos se adueñó del medio campo y del trámite del partido. Al inicio ya tuvo dos chances con Romero y ambas las tapó magistralmente Lucchetti, primero fue con sus piernas y luego las manos le dijeron que no al delantero del Fortín. También apareció el arquero del conjunto tucumano Rigamonti que con unos reflejos bárbaros, le ahogó el grito a Favio Alvarez, tras un potente remate que viajaba rumbo al ángulo.
Después quien contó con dos oportunidades claras fue Andrada, pero nuevamente Lucchetti se hizo presente, utilizando todos los recursos posibles, esta vez con su pie derecho y posteriormente con una gran atajada.
Vélez lo tenía y en el complemento más, porque amaneció con penal a favor (falta de Lucchetti a Domínguez que entraba al área por la izquierda) pero Vargas lo erró al rematar afuera. Sobre el cuarto de hora el Decano se quedó con diez por la expulsión de Cabral (que había recibido amarilla por gastar al Monito Vargas tras errar el penal) y otra vez el Fortín parecía tener todo a su favor.
Pero a los 20 minutos llegó el mazazo para el Fortín: pared entre la ‘Pulga’ Rodríguez y Favio Alvarez, que gambeteó a dos rivales y definió con mucha clase y tranquilidad por sobre el cuerpo de Rigamonti. Un golazo para el 1 a 0 que después el equipo de Zielinski pudo sostener para quedarse con la victoria y el cheque de 1.420.000 pesos de premio por el pase a semifinales.
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