El goleador de Argentinos se tomó el 133 para regresar a su casa luego de convertir el tanto de su equipo en la caída ante Central. Los pasajeros, sorprendidos, lo saludaron y se sacaron fotos a su lado.
Hernán Boyero es un personaje muy particular en el ambiente del fútbol argentino. De orígenes humildes, supo juntar chatarra para ganarse la vida. También fue mago, vendedor ambulante y service de bicicletas. En sus primeros pasos como jugador profesional le daban dos kilos de carne por cada gol que convertía. Con 33 años, recién debutó en Primera División en la presente temporada. Y este sábado, luego de señalarle a Rosario Central su sexta conquista en el Torneo Inicial, sumó otro detalle sorprendente a su historia: regresó a casa ¡en colectivo!
El 9 de Argentinos Juniors salió del estadio Diego Armando Maradona vestido con ropa de entrenamiento y se subió a un vehículo de la línea 133. Varios pasajeros lo reconocieron enseguida y le pidieron fotos. Boyero accedió gustoso e intercambió palabras y sonrisas con sus admiradores de ocasión.
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