Sergio Busquets (PT 34m.) y Andrés Iniesta (PT 42m.) adelantaron al elenco catalán. El brasileño Ramires (ST 45m.) y Fernando Torres (ST 45m.) lograron la reacción.
En sintonía con el equipo,
Lionel Messi tuvo una jornada negra y en el minuto 3 del segundo tiempo erró un penal que pudo haber cambiado la historia. El encuentro estaba 2-1 en favor de los locales, que necesitaban un gol más para sellar la clasificación. El árbitro turco Cüneyt Cakir cobró un
penal polémico por supuesta infracción de Didier Drogba sobre Cesc Fabregas, el crack argentino se hizo cargo de la pena y
su remate se estrelló contra el travesaño.
Todo parecía encaminarse para el conjunto dirigido por
Pep Guardiola en la primera parte. A los 34, Sergio Busquets abrió el marcador a los 34 del primer tiempo, tras una gran jugada colectiva. Dos minutos después
, el conjunto local quedó en la cancha con un jugador más por la expulsión del defensor John Terry.La historia parecía definida cuando a los 42, Messi puso un pase magistral para Andrés Iniesta, quien definió cruzado ante la salida del arquero Peter Cech. Sin embargo, sobre el cierre de la primera etapa, Ramires descontó con una "vaselina" de lujo que enmudeció al Camp Nou.
Fue el principio del fin.
La escena que derivó en el penal fallado por Messi fue la síntesis perfecta del rumbo que tomó el partido.
Los nueve jugadores del Chelsea atornillados en su área para impedir que el Barcelona accediera a posiciones de gol. Los culés igual tuvieron un par de chances: la más clara, un zurdazo de Messi que se estrelló contra el poste izquierdo. No era el día del rosarino. Tampoco del Barcelona.
Era el día del Chelsea, que encima pudo ponerle la frutilla al postre: cuando se jugaba el tiempo adicionado,
Fernando Torres se escapó solo hacia el arco custodiado por Víctor Valdés, lo eludió y tocó al arco vacío para colocar el 2-2 definitivo. Fue el desahogo para los ingleses.
Y la revancha de aquella serie de semis en 2009, que tuvo un arbitraje favorable a un Barcelona que llegó a la definición y allí inició el exitoso ciclo con Guardiola al frente.
La imagen de Messi con la camiseta blaugrana tapándole la cara resumió el dolor de un equipo, el mejor de todos los equipos. El Barcelona cerraba la semana más esquiva de los últimos años, de todo su ciclo glorioso: la inició con la derrota 1 a 0 en Stamford Bridge y continuó con el tropiezo en el clásico con el Real Madrid, por 2 a 1. El Camp Nou sufrió el sábado y terminó de desangrarse hoy. El Barcelona también pierde.