Andrada (7): Atajó todo lo que es posible atajar, pero no fue suficiente. Nada que hacer en el penal que ejecutó Borré y mucho menos en la definición de Nacho Fernández desde dentro del área chica. Le sacó una volea al colombiano y un tiro libre con destino de gol a De la Cruz. A los '74, volvió a demostrar su grandeza cuando llegó a tocar un remate bombeado que se le metía.
Weigandt (5): Tuvo un cruce peligroso en la mitad del primer tiempo que podría haber sido sancionado como penal. No robó pelotas que pudieran frenar las envestidas Millonarias y, pese a su entrega, se vio siempre superado.
Lisandro López (5): Jugó al límite -se podría haber ido expulsado-, pero nunca bajó la intensidad. Puso la pierna fuerte y trató de agarrar la lanza en varias oportunidades aunque sus intentos no prosperaron.
Izquierdoz (5,5): Estuvo siempre atento y sin miedo a cometer infracciones en zonas de riesgo. Anticipó de cabeza y estuvo rápido para ir al piso cuando parecía que los delanteros Millonarios se imponían con su velocidad. En los últimos minutos se lo vio doblegado como a toda la visita.
Mas (4): Unos primeros minutos para el olvido en los que se salvó de una roja –por el full que terminó en penal y una posterior entrada a destiempo a De la Cruz-. Apurado y desprolijo, nunca estuvo cómodo.
Soldano (4): Intentó cumplir una función que le es impropia con dedicación y prolijidad, pero casi siempre Casco logró dejarlo atrás. Nunca demostró rebeldía para sorprender por la banda derecha -aunque parece que ese nunca fue el pedido de Alfaro-. Al comienzo de la segunda etapa se fue reemplazado por el Apache.
Marcone (4): Nunca se hizo patrón del mediocampo y corrió de atrás a los locales que rompían el juego desde la mitad de cancha. Quizás la amarilla lo condicionó más de lo esperado para un duelo tan importante. Flojísimo.
Capaldo (4): Como todo el mediocampo Xeneize, su función fue la de perseguir a los rapiditos de River. Y aunque muchas veces logró ensuciar las jugadas contrarias, la mayoría de las veces sus esfuerzos fueron en vano. A los '42 de la primera etapa se erró un gol hecho que podría haber sido la igualdad transitoria. Se fue expulsado en los minutos finales y se pierde la revancha.
Mac Allister (4): Aunque se dedicó mucho más a correr que a jugar, las pocas veces que tuvo contacto con la pelota buscó generar peligro en el primer tiempo. Incluso, un bombazo suyo casi es el empate, pero Armani estuvo atento para tirarla al córner. Ya en el complemento, quizás por el desgaste, no estuvo criterioso y resolvió siempre mal.
Reynoso (4): Casi nada de uno de los pocos creativos que puso en el campo el DT. El cordobés nunca se hizo dueño de la pelota y estuvo demasiado preocupado por marcar, una función que demostró no le sienta.
Ábila (5): Le costó mucho entrar en partido y se lo vio demasiado lento. Sin embargo, al cierre del primer tiempo, hizo una jugada tremenda en la que se llevó a su marcador a pasear y habilitó a Capaldo que despilfarró un gol hecho. Casi no entró en juego en la segunda etapa.
Tevez (5): Entró para agarrar la pelota en un pasaje del partido que era todo de River y lo consiguió por momentos. En sus primeros minutos en cancha, demostró que tenía ganas de juegar el superclásico. Hacia el final, golpeado por el marcador, se desinfló.
Salvio (5): Demostró su jerarquía en algunas jugadas que generó apenas ingresó -como un disparo de afuera del área que exigió a Armani-. En los últimos minutos, cuando River pisó el acelerador y buscó la goleada, Toto no logró agarrar la pelota con comodidad y se sumó al desconcierto general.
Zárate (4): En los pocos minutos en los que estuvo en cancha no logró ni siquiera dominar la pelota. Lo mejor de su ingreso fue la ejecución de un córner. Se espera mucho más de un delantero con sus condiciones.
Gustavo Alfaro (4): Priorizó defender como hizo semanas atrás en el Monumental por la Superliga, pero esta vez se encontró con un imprevisto: un penal en contra antes de los diez minutos de juego. Extrañamente cuando decidió el ingreso de Tevez y abandonó su planteo, su equipo se partió definitivamente. No defendió ni atacó bien.
El VAR, otra vez en el centro de las críticas por una penal cobrado tarde