14 de mayo de 2015, el día del Superclásico que se vio frustrado por el gas pimienta que arrojó el “Panadero” Napolitano, aquél hincha de Boca que le hizo un daño enorme al club de La Ribera ya que marcó la eliminación de la Copa Libertadores.
Hoy, exactamente dos años después, Boca y River vuelven a cruzarse aunque en este caso en un juego por el torneo local. Pero tan decisivo el de esta tarde como lo fue el de aquella noche de escándalo por la competencia internacional.
El escenario será el mismo, y algunos de los protagonistas también. Cuando los dirigidos por el Muñeco Gallardo estaban en la manga para salir a jugar el complemento, desde afuera les tiraron el polémico gas pimiento que dejó con visión borrosa y ojos irritados a más de un riverplatense. Pese a que el equipo del Vasco Arruabarrena quería jugar, las condiciones no estaban dadas y el juez Darío Herrera lo suspendió. Iban 0-0 (River había ganado 1-0 de local) y la CONMEBOL lo dio por finalizado, pasando el Millo a cuartos de final de la Libertadores.
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