Si algo faltaba en el agitado Mundo Boca es que vuelva a hablarse del mal estado del césped de La Bombonera, un tema que aparece recurrentemente en los últimos tiempos. Al parecer, el sábado pasado, durante el encuentro amistoso disputado frente a Argentinos Juniors, a puertas cerradas, se levantaron varios panes de pasto y esto provocó la bronca del técnico Guillermo Barros Schelotto, quien de inmediato se lo hizo saber a la dirigencia.
Por ese motivo, ayer se reunió la Mesa Chica para tratar de encontrarle solución inmediata al problema, teniendo en cuenta que si el fútbol arranca este fin de semana Boca deberá recibir a Talleres de Córdoba, por la decimosexta fecha, el domingo 19 de este mes. La idea es resembrarlo, pero el temor es no llegar a tiempo para ese día y tener que hacer de local en otra cancha.
La molestia del Mellizo es entendible, sobre porque el último cotejo oficial que se disputó en el estadio fue el 18 de diciembre, ante Colón, es decir hace casi tres meses. Un parate considerable como para que los que cuidan el terreno hoy lo tengan en condiciones óptimas.
Recordemos que este inconveniente tuvo su punto más crítico a mediados del año pasado, cuando las intensas lluvias provocaron el anegamiento de toda la franja lateral que da contra los palcos, jugándose en condiciones deplorables ante Deportivo Cali, por la Libertadores; y en el Superclásico del torneo local.
En setiembre, el presidente Daniel Angelici estuvo en el Camp Nou de Barcelona, para interiorizarse del mantenimiento del campo de juego, y volvió entusiasmado con los datos conseguidos. “Se trata de un sistema de césped híbrido que refuerza la superficie natural con inyecciones de pasto sintético. Vamos a evaluar la posibilidad de contar con estas nuevas tecnologías”, afirmó, pero al parecer todavía no las pudieron poner en práctica.