César Rigamonti (7) estuvo muy seguro cuando lo llamaron a intervenir y en el juego aéreo. En la única que no pudo, el travesaño estuvo de su lado y lo ayudó.
Hernán de la Fuente (7) jugó un partido más que aceptable, demostrando una vez más que le queda chico jugar en la defensa.
Fabián Cubero (6) se había mostrado muy firme. Su temperamento estuvo a punto de jugarle una mala pasada.
Luis Abram (6) tomó buenas decisiones de cuando pasar al ataque y estuvo firme en la marca.
Braian Cufré (6) hizo la justa a la hora de marcar y también en la de progresar en el campo de juego.
Lucas Robertone (8) no solamente señaló el tanto que definió el pleito, sino que casi señala otro. Marcó el ritmo del medio hacia adelante.
Santiago Cáseres (6) a veces jugando un poco más retrasado, quitó y entregó casi siempre bien.
Nicolás Domínguez (6) metió un centro que casi termina en gol y, golpeado, aguantó cuanto pudo.
Matías Vargas (7) el cerebro del equipo. Metió el centro en el gol.
Agustín Bouzat (4) desordenado, participó en la polémica jugada.
Mauro Zárate (5) aportó apenas chispazos de su talento.
Jesús Méndez (5) entró en un momento complicado. Aportó poco.
Franco Armani (6) en el gol no tuvo nada que hacer y tuvo un par de tapadas imponentes.
Camilo Mayada (4) tuvo una tarde francamente pobre. Sufrió con Vargas cuando se tiró por allí.
Lucas Martínez Quarta (4) no aportó soluciones y en una jugada, podrían haberle cobrado penal.
Javier Pinola (5) tampoco tuvo una tarea muy lúcida. Casi marca en una proyección al campo contrario.
Milton Casco (4) le caben conceptos similares al resto de la defensa. No fue tampoco una solución ofensiva.
Exequiel Palacios (5) no cometió graves errores, pero tampoco aportó soluciones en la mitad de la cancha.
Bruno Zuculini (4) fue ciertamente superado en el medio. No salió a jugar el segundo tiempo.
Enzo Pérez (4) se lo vio molesto, hasta que terminó expulsado.
Nicolás de la Cruz (6) fue de lo más claro del equipo. Fue siempre un factor de cuidado para el rival.
Lucas Pratto (4) no estuvo fino para sacarse las marcas de encima. Fue como si haber recibido la plaqueta lo hubiese justamente aplacado.
Ignacio Scocco (4) tuvo una sola y definió mal. Fue correctamente reemplazado en el segundo tiempo.
Leonardo Ponzio (6) su ingreso, al comienzo de la segunda etapa, fue importante. River tuvo a partir de ese momento algo más de presencia.
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