T uvo un reconocimiento de despedida. En su último partido al frente del equipo, Banfield jugó como siempre quiso que lo haga Matías Almeyda y aplastó al Arsenal de Caruso Lombardi. Fue un 4 a 1 contundente que le puso punto final al ciclo del Pelado. El hincha lo despidió a pura ovación.
El elenco del Viaducto, haciendo uso del arma que mejor maneja, amenazó de arranque con arruinarle la despedida al Pelado y enmudeció el Florencio Sola. Hernán Fredes jugó corto un tiro de esquina y después recibió para meter un centro pasado al segundo palo que encontró a Federico Lértora y éste, con la complicidad del fondo local, puso la cabeza para anotar el 1 a 0.
Pero esa diferencia no iba a perdurar por mucho tiempo, porque al rato y merecidamente -porque el taladro ya había tenido dos claras- Juanito Cazares colgó del ángulo un hermoso tiro libre y volvió a dejar igualado el marcador.
El empate del ecuatoriano provocó un empujón anímico para el dueño de casa, que al rato aprovechó con creces una doble equivocación de Matías Sarulyte y sacó ventaja gracias al oportunismo de Facundo Castillón, que tuvo su estreno en la red con la de Banfield.
A esa altura el marcador reflejada lo que había pasado en el terreno de juego. Aunque no iba a ser lo último, porque a poco de que se baje el telón del primer acto, entre Cazares y Mauricio Cuero le rindieron tributo a la idea y el estilo que preponderó y practicó Almeyda desde su arribo, e hilvanaron una jugada colectiva magnífica que decoró Gio Simeone con cabezazo certero que dejó sin respuesta a Esteban Andrada.
En el complemento la historia no se iba a modificar. Porque antes de que el equipo de Caruso Lombardi pueda acomodarse en el campo de juego, otra vez Simeone dijo presente para ponerle el moño a otra hermosa maniobra en conjunto. El cuarto le bajó la persiana al encuentro y, lo que vino después, estuvo de más.