Dicen que el que pega primero pega dos veces. Flamengo pegó primero, pegó dos, pegó tres y pegó cuatro. En una ráfaga fulminante, después de un arranque parejo, el equipo brasileño decoró con una paliza el debut de la San Lorenzo en el Grupo 4 de la Copa Libertadores.
Una presentación del equipo argentino que estuvo muy por debajo de las expectativas, sobre todo a partir del primer golpe, un directo al mentón que le aflojó las piernas cuando arrancó el segundo tiempo.
Lejos de pisar el campo de juego del legendario Maracaná con un respeto desmedido y actitud especulativa, San Lorenzo infló el pecho desde el vamos, plantó bandera en la mitad de la cancha y sumó gente en ese sector para rodear el área de Muralha con agresividad. Y desde es determinación del Ciclón, se hizo un partido intenso, con dominios alternados del balón y pasajes con ida y vuelta sostenido que pudieron facilitar la apertura del marcador.
Sin embargo, unos y otros debieron conformarse con ir al descanso sin goles, porque San Lorenzo no aprovechó las dos muy claras que tuvo con sendos cabezazos de Angeleri primero (débil a las manos del arquero) y Montoya después (se fue besando el palo), y porque Everton, en el mano a mano que generó el Flamengo gracias a una réplica a toda velocidad, estrelló la pelota en el palo derecho de Torrico.
Pero ni bien arrancó la segunda parte la paridad de rompió. Fue tras una falta de Angeleri en el borde del área (no fue penal por milímetros) y Diego, con un gran remate de derecha, aprovechando que Torrico se inclinó para espiar para el otro lado del que salió el remate, puso arriba al local que, a partir de allí, empezó a sentirse más cómodo.
Por eso, sobre el cuarto de hora del complemento, no fue sorpresivo que Flamengo ampliara la ventaja: pero lo hizo con un fantástico gol de Trauco, quien metió un zurdazo de tres dedos de afuera del área que se clavó contra un palo con la fuerza de un misil.
Un rato después llegó el golpe de gracia: un centro desde la derecha, desconcentración en la marca y aparición libre de Rómulo en el segundo palo para poner el tercero ante otra floja respuesta de Torrico.
San Lorenzo sufría el partido y no veía la hora de que llegara el final; Torrico le atajó un penal a Guerrero tras una falta ordinaria de Paulo Díaz pero no pudo evitar que Gabriel, con un impecable derechazo a colocar, marcara el cuarto. Vuelta de página para empezar a pensar en Belgrano y en la continuidad de la Copa que, en una semana, lo tendrá recibiendo a Paranaense.i
El gol de Diego:
El gol de Trauco:
El gol de Romulo:
El gol de Gabriel:
El relato y las estadísticas del partido:
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