Uno de los protagonistas de la tarde de este miércoles mientras el público palpita la definición de la Copa Argentina fue el vicepresidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, quien se sumó el mediodía a la concentración y se encontró en la puerta del hotel con cientos de fanáticos que se morían por tocarlo.
A un par de horas para la final que jugarán Boca y Talleres desde las 21.30 en el Estadio Madre de Ciudades, los hinchas coparon Santiago del Estero y la previa se vive tan intensa como el calor en las calles.
Román viajó junto al presidente de Boca, Jorge Amor Ameal y llegó al alojamiento del plantel luego del almuerzo en una camioneta blanca, mientras de fondo los boquenses coreaban su nombre y le pedían fotos y autógrafos.
Pero la locura se vivió cuando el ídolo salía del hotel. En ese momento, los hinchas se amontonaron y rodearon a Riquelme, que apenas podía avanzar para subir de nuevo al vehículo que lo había trasladado.
"Riquelme, Riquelme..." cantaban los Xeneizes, mientras lo palmeaban en la espalda e intentaban abrazarlo. Alguna vez, el propio Román dijo que "el hincha de Boca está loco". Y parece que tiene razón. Pero loco también por ganar esta noche, para asegurarse la clasificación a la fase de grupos de la Libertadores.
comentar